Cambronero: La desesperada llamada de un padre a sus hijos tras accidente
“Tengo miedo, ayúdenme, ¿se van a olvidar de mí?”, suplicó don Jorge Enrique Chaverri, de 74 años.
En medio de la tragedia que ocurrió el sábado anterior en la ruta 1 a la altura de Cambronero hay historias que son un verdadero milagro una de ellas es la de don Jorge Enrique Chaverri, de 74 años, quien se dirigía hacia Conchal en Guanacaste para asistir a una boda.
En un inicio don Jorge no quería ir al enlace matrimonial, pero su hijo Marco Chaverri lo convenció de asistir. Horas después Marco y uno de sus hermanos se enteraron por medio de las redes sociales de un accidente de tránsito en el que un bus había caído a un guindo. En medio de la conversación sobre el incidente recibieron una llamada de su padre que los dejó fríos.
“Machito, estoy en un accidente, no sé dónde estoy, pero es un accidente en Cambronero, llamen al 9-1-1 porque no me han encontrado a mí. Yo estoy fuera del autobús; yo estaba con una gente prensada entre asientos, maletines. Cuando el bus se fue para abajo, pegaban cabezas contra cabezas, tengo miedo. Hay otra gente dentro del bus que está prensada y otros muertos, llamen al 9-1-1 para que reporten y nos encuentren”. dijo don Jorge, segundos después se cortó la comunicación.
Esa fue la primera llamada que hizo don Jorge Enrique a eso de las 6:30 p.m. Él viajaba en el autobús de la ruta San José-Bolsón de Santa Cruz que cayó a un precipicio en Cambronero, empujado por un derrumbe.
Impactados tras el primer contacto con don Jorge los hijos y su nuera lo volvieron a llamar.
“Mi papá sumamente conmocionado nos dijo: ‘Tengo miedo, ayúdenme, ¿se van a olvidar de mí? Yo estoy solo afuera del autobús, no me pueden ver, no me han llegado a rescatar, yo estoy aquí; tengo hipotermia, estoy muy mojado, estoy lleno de barro, estoy golpeado, me duele. Se escucha el sonido de piedras y otro terraplén’. Se cortó la llamada”, relató Marco Chaverri, hijo del adulto mayor al periódico La Nación.
Luego del segundo contacto el terror se apoderó de la familia ya que el adulto mayor no les contestó más. Marco describió la segunda llamada como algo “dantesco”.
“Era algo dantesco. Sonaba una llamada caótica, como las llamadas de las Torres Gemelas, de terror, caóticas. Sonaban las ramas, mucha lluvia, el viento soplando, los gritos de la gente, los truenos, mucha interferencia”, comentó el joven.
No fue hasta las 10 p.m. que volvieron a tener noticias de su padre. Don Jorge fue el último rescatado por los cruzrojistas. Los paramédicos llamaron a sus hijos para informarles que el señor estaba en condición roja y que sería trasladado al Hospital del Trauma en San José.
Al llegar al centro médico se enteraron que el adulto mayor tenía un pulmón colapsado, las costillas rotas, un hombro dislocado, y una herida profunda en la mano. Además, es una persona diabética y padece de presión alta.
Marcó contó a La Nación que este domingo pudo conversar con su padre. Según le contó viajaba en los últimos asientos del autobús, una ventana se partió y él pudo salir gracias a la ayuda de un joven, pues estaba prensado.
“A lo que le puedo entender es que mi papá dice que el barro era increíble, la lluvia, el viento los gritos, los asientos. Un infierno indescriptible para él”, contó Marco Chaverri.
“Me dijo que está todo desbaratado por los golpes, pero yo pienso que lo que le ocurrió es un milagro. Sí, está todo golpeado, pero tiene lo más importante, que es la vida”, agregó.
La tragedia en Cambronero dejó un saldo de nueve fallecidos y 55 heridos. El Gobierno de la República decretó tres días de duelo nacional.