Costa Rica autoriza importación de papas frescas desde EE.UU. tras 12 años de restricción
Medida genera preocupación entre productores nacionales
El gobierno de Costa Rica ha decidido levantar la prohibición que impedía la importación de papas frescas desde Estados Unidos, una restricción que estuvo vigente por más de 12 años. Mientras las autoridades justifican la medida como un avance en términos de acceso y abastecimiento, los productores nacionales advierten que esto podría afectar aún más la producción local.
Motivos detrás de la decisión
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) argumenta que la autorización para importar papas frescas responde a un análisis técnico que garantiza la seguridad fitosanitaria del producto. Además, el Banco Central ha manifestado que la apertura del mercado podría contribuir a estabilizar los precios y mejorar la oferta para los consumidores.
Desde la perspectiva gubernamental, esta decisión busca fortalecer la competitividad y garantizar el abastecimiento en momentos en que la producción local no alcanza para suplir la demanda nacional.
Productores advierten impactos negativos
A pesar de los argumentos a favor, la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria sostiene que esta medida agravará la crisis que atraviesan los productores costarricenses, quienes ya enfrentan dificultades debido a los costos de producción, la competencia desleal y los efectos del cambio climático.
Según representantes del sector agrícola, la llegada de papas importadas a menor precio podría generar una reducción en las ventas de la producción nacional, poniendo en riesgo el sustento de cientos de familias que dependen de esta actividad.
¿Qué sigue para los productores locales?
Ante este escenario, los agricultores han solicitado medidas de protección para evitar que la importación de papas frescas afecte drásticamente la producción nacional. Entre sus peticiones se encuentran la aplicación de aranceles diferenciados, programas de apoyo financiero y estrategias para mejorar la competitividad del sector.
Mientras tanto, el gobierno ha insistido en que seguirá monitoreando la situación para evitar impactos negativos en la economía local y garantizar un equilibrio entre la oferta nacional y la importada.