Tras muerte de Isabel II, India quiere que le regresen el diamante Kohinoor: ¿por qué?
La gema está incrustada en la corona símbolo de la monarquía y que la reina usó por 70 años. Para los indios, tiene un significado especial.
El fallecimiento de la reina Isabel II revivió una polémica en India referente a una de las gemas más famosas, grandes y controvertidas del mundo. Se trata del diamante Kohinoor, que actualmente hace parte de la corona de la monarca británica.
En los últimos días ha tomado fuerza una campaña impulsada por la ciudadanía para presionar al Gobierno de India a realizar una nueva reclamación formal para que el Reino Unido regrese la joya al país.
El óvalo de 105 quilates destaca entre los centenares de diamantes incrustados en la corona que durante 70 años perteneció a la reina Isabel II.
Algunos historiadores creen que fue hallado cerca de la ciudad de Golconda, en el siglo XI.
El primer registro de su posesión lo sitúa en manos de los mogoles en el siglo XVI. Luego habría pasado a manos del rey persa Nader Shah, quien le dio el nombre de Kohinoor, que significa ‘la montaña de la luz’.
Después se cree que fue obtenido por gobernantes afganos. Fue visto por última vez en India en posesión del rey Ranjeet Singh de Punjab, quien lo trajo de Afganistán junto con gran parte de la tierra conquistada.
El diamante Kohinoor, que se había convertido símbolo de poder y de la riqueza de la India, llegó a manos de los británicos a finales de la década de 1840, tras la muerte de Singh.
Su hijo de 10 años fue destronado y obligado a renunciar a sus tierras y posesiones. Por esto, más que un debate sobre una joya, es una disputa sobre los efectos de la dominación colonial.
Desde el final de la era colonial, la India ha realizado varias peticiones formales para que el diamante sea regresado, reclamaciones que han sido en vano, pero que hoy cobran nueva vida con la muerte de Isabel II.
Pese a que varios expertos consideran que las posibilidades de que Reino Unido devuelva la joya son escasas, la población insiste en que el Gobierno debe tomar medidas.
Muchos en India lo consideran una deuda ancestral y aseguran que persistirán en sus peticiones con la esperanza de que el diamante Kohinoor regrese a casa.