NASA suspende el lanzamiento de la misión Artemis I a la Luna por un fallo técnico
Los ingenieros de la agencia espacial lo intentarán de nuevo el próximo 2 de setiembre.
Todo estaba preparado en Cabo Cañaveral (Florida) y Houston (Texas) para el primer vuelo de prueba en la misión Artemis I, que busca el regreso a la Luna 50 años después, pero no pudo ser.
Un fallo técnico detectado en los motores de la Artemis I obligó a retrasar el operativo hasta el próximo 2 de setiembre.
El lanzamiento estaba establecido para las 8:33 a.m., hora local en Florida (06:33 a.m hora en Costa Rica), pero un problema en el suministro de combustible en uno de los motores obligó a la NASA a trabajar contra reloj en las últimas horas, pero sin éxito.
La agencia espacial estaba retransmitiendo en directo el lanzamiento en sus redes sociales y a través de su canal de YouTube. Una fuga de hidrógeno y otro problema en uno de los motores del vehículo de lanzamiento provocaron que finalmente se suspendiera el operativo.
“Nunca lanzamos hasta que todo está correcto. Es parte del negocio del espacio”, comentó resignado posteriormente Bill Nelson, administrador de la NASA.
Habrá que esperar al próximo viernes para ver si realmente se puede producir el esperado lanzamiento. Si en este segundo intento todo va como planificado, la primera misión de regreso a la Luna desde 1972 estará ya en marcha.
¿Qué ocurrirá el 2 de setiembre si no hay un nuevo fallo técnico o la meteorología no lo impide? Tras el rugido de sus cuatro motores, la Artemis I, que toma el nombre de la hermana gemela del dios Apolo, comenzará un viaje de seis semanas en el que llegará a estar a más de 450.000 kilómetros de nuestro planeta antes de su vuelta en el Océano Pacífico.
Se trata de la primera de una serie de misiones, que deberían culminar con una misión tripulada a la Luna. El objetivo de la NASA es demostrar la viabilidad del enorme cohete SLS, de la nave espacial Orión y del resto de sistemas de soporte en tierra. Según la agencia espacial, esta misión permitirá allanar el camino para futuras misiones lunares, incluyendo la llegada de la primera mujer y de la primera persona de color a la superficie de este satélite. En caso de éxito, podríamos ser testigos de esto en 2025.
Una vez pasado el lanzamiento, y tras separarse del cohete SLS, la Orión tardará varios días en llegar a la Luna, tiempo durante el cual los ingenieros evaluarán los sistemas de la nave.
Volará a unos 97 kilómetros sobre la superficie lunar, y más tarde utilizará la fuerza gravitatoria del satélite para impulsarse a una órbita lunar lejana, viajando a unos 64.000 kilómetros por su cara oculta y a más de 61.000 kilómetros de distancia.
En total recorrerá unos 2,1 millones de kilómetros, la distancia más larga jamás cubierta por una nave espacial diseñada para el transporte de personas, siendo la anterior la del Apolo 13.
Además, batirá dos récords más: permanecerá más tiempo en el espacio y regresará más rápido que cualquier otra.
“Va a revolucionar la exploración espacial”, dijo a la agencia EFE el español y científico de la NASA Carlos García Galán, jefe de la Oficina de Integración del Módulo de Servicio Europeo de la nave Orión, tras destacar que una de las metas del programa Artemis es “desarrollar la tecnología y conocimientos para operar en el espacio profundo”.
“La gente va a ver a la primera mujer y el primer hombre de color llegar a la Luna, cosas que nunca hemos hecho, y eso dejara una inspiración de décadas”, resaltó.
La misión usará la primera variante del SLS —llamada SLS Block 1— que cuenta con una primera etapa con un núcleo central de cuatro motores Aerojet Rocketdyne RS-25D alimentados por hidrógeno y oxígeno líquidos junto con dos cohetes de combustible sólido SRB auxiliares.
En total, seis motores producirán una fuerza de 39.000 kilonewtons para llevar a Artemis I a órbita. Será el cohete más poderoso de la historia, más aún que el Saturno V.
De igual forma, se medirán las capacidades de la nave Orión, en la que pueden caber hasta cuatro tripulantes, es decir, uno más que la Apolo, y con reservas de agua y oxígeno que le permitirían unos 20 días de viaje independiente. La NASA esperará la culminación de esta misión, que ha supuesto una inversión de 4.000 millones de dólares, para dar a conocer a los astronautas que compongan la tripulación de la misión Artemis II.
Las tres primeras misiones de este programa ofrecerán nueva información sobre la Luna, así como los efectos en la fisiología de los humanos que producen los periodos extensos en el espacio, teniendo en cuenta las misiones de largo alcance rumbo al llamado ‘planeta rojo’. “El objetivo final es Marte”, aseveró García Galán.
*Con información de El Confidencial.