Estudio identifica un virus como causa principal de la esclerosis múltiple
Una investigación de 20 años concluye que el virus de Epstein-Barr, presente en más del 90% de la población, es el principal culpable de esta enfermedad paralizante.
La esclerosis múltiple (EM), una enfermedad progresiva para la que no hay una cura definitiva, es detonada por el virus de Epstein-Barr, que provoca la mononucleosis, según un gran estudio basado en datos de 20 años que publicó Science este jueves 13 de enero.
La investigación liderada por la Universidad de Harvard siguió a más de 10 millones de soldados en Estados Unidos, entre los años 1993 y 2013, e identificó a 955 que fueron diagnosticados con esclerosis múltiple durante su periodo de servicio.
La hipótesis de que el virus de Epstein-Barr (VEB) desencadene aquel mal autoinmunitario ha sido analizada por diversos grupos científicos durante varios años, pero “este es el primer estudio que aporta pruebas convincentes de causalidad”, según el autor principal de la investigación, Alberto Ascherio, de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de Harvard.
El científico consideró que se trata “de un gran paso, porque sugiere que la mayoría” de los casos de esclerosis múltiple (EM) “podrían prevenirse deteniendo la infección” por el virus que causa ‘la enfermedad del beso’, llamada así porque se transmite mediante la saliva.
La esclerosis múltiple, que afecta a 2,8 millones de personas en el mundo, es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso central que ataca las vainas de mielina, las protectoras de las neuronas del cerebro y la médula espinal.
Aunque no se conoce su procedencia exacta, uno de los principales sospechosos es el VEB, un virus de herpes común cuyos síntomas son la fiebre, garganta irritada, fatiga extrema y ganglios linfáticos muy inflamados.
Establecer una relación causal entre el virus y la enfermedad “ha sido difícil”, porque el VEB infecta aproximadamente al 95% de los adultos, mientas que la esclerosis múltiple es relativamente rara y la aparición de los síntomas comienza unos diez años después de la infección por el virus de Epstein-Barr, indica la Escuela de Salud Pública T. H. Chan.
Para determinar la conexión entre ambos, los investigadores analizaron muestras de suero tomadas cada dos años de los militares.
De esta manera, determinaron el estado del virus de Epstein-Barr de los soldados en el momento de la primera muestra y la relación entre la infección por este y aparición de la esclerosis múltiple durante el periodo de servicio activo.
El equipo descubrió que “el riesgo de padecer EM se multiplicó por 32 tras la infección por el VEB, pero no cambió tras la infección por otros virus”.
Ascherio explicó que el retraso entre la infección por el VEB y la aparición de la esclerosis múltiple “puede deberse, en parte, a que los síntomas de la enfermedad no se detectan durante las primeras fases y, en parte, a la relación evolutiva entre el VEB y el sistema inmunitario del huésped, que se estimula repetidamente cada vez que el virus latente se reactiva”.
Por tanto, el investigador de Harvard se animó a inferir que como los que desarrollaban EM en algún momento de su vida tenían un aumento en los niveles de una proteína relacionada con la degradación neuronal después de la infección por EBV —según un artículo de prensa escrito por Jocelyn Kaiser de Science—, entonces “el estudio cierra el caso”. Es decir, para él, no hay otra respuesta factible.
Jeffrey Cohen, virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y la neuróloga Emmanuelle Waubant, de la Universidad de California en San Francisco, creen que la evidencia es “emocionante”, pero optan por mantenerse cautelosos ante la asociación de factores. Lawrence Steinman, neuroinmunólogo de la Universidad de Stanford, se sumó a esta perspectiva con un artículo de respuesta: “Se deben encender otros fusibles para que se desencadene de la enfermedad”.
Los expertos buscarán solucionar los sesgos aparentes con una vacuna contra el virus de Epstein-Barr en jóvenes con alto riesgo de padecer esclerosis múltiple por razones hereditarias. El neurólogo Gavin Giovannoni, de la Universidad Queen Mary de Londres, apoya esta medida y actualmente se encuentra diseñando un estudio así. Pero para ello habrá que esperar un tiempo prudente.