Cazador de meteoritos compró un fragmento en Costa Rica y ahora lo exhibirá en un museo de lujo
El estadounidense fue de los primeros en llegar al país, apenas supo del meteorito.
A pesar de que sobre la Tierra caen unos 25 meteoritos cada día, aquellos que son vistos y recuperados alcanzan solo un número de cinco a diez al año. De hecho, para Costa Rica solo existía el antecedente de un meteorito visto pasar como bólido, caído, recuperado y analizado: el meteorito Heredia, el 1.º de abril de 1857.
De tal manera, el meteorito Aguas Zarcas, que cayó la noche del 23 de abril del 2019, como una lluvia de centenas o miles de fragmentos, es el segundo registrado en la historia de Costa Rica.
Esa noche, a las 21:08, se observó un bólido en el cielo, que surcó en una dirección aproximada sureste a noroeste. Fue registrado por cámaras de observación de la Red Sismológica Nacional (situadas en lo alto de los volcanes Turrialba y Poás), de instituciones públicas y privadas, así como por numerosas personas, desde Quepos hasta San Carlos, y sobre todo, del Valle Central occidental.
En el cantón de San Carlos se reportó una intensa luz y un sonido fuerte parecido a una explosión, que documenta posiblemente las fragmentaciones de la roca en la atmósfera. Luego, se dio la lluvia de partes del meteorito.
De primera entrada, solo se notó con certeza uno de los principales fragmentos, que impactó el techo de una casa en el norte del poblado de Aguas Zarcas.
La lluvia de los meteoritos cayó en los distritos de Aguas Zarcas y La Palmera de San Carlos. El primer fragmento, con una masa principal de 1 071 gramos, fue recuperado por la dueña de una vivienda en el barrio La Caporal de Aguas Zarcas.
Al impactar, horadó el techo de la parte posterior de la casa, rompió una cercha de madera y golpeó unas mesas plásticas, donde se quebró en pequeños fragmentos. El peso total recuperado fue 1 152 gramos.
Al día siguiente, y en parte gracias a la noticia dada del primer impacto, otros vecinos hacia el noroeste de Aguas Zarcas, principalmente en La Cocaleca y en Santa Rosa de La Palmera y alrededores, recuperaron fragmentos en pastizales, potreros, predios de casas, caminos y bosques, con pesos desde menos de un gramo hasta el mayor de 1 875 gramos.
Un fragmento de 280 gramos traspasó el techo de la casa de un perro, pero no lo dañó. Los cráteres de impacto vistos fueron poco superficiales y de menos de 20 cm de diámetro.
El total recuperado hasta fines de mayo se estima en casi 30 kg, que equivaldría a una roca del tamaño de una bola de playa pequeña. El área de caída de los diferentes fragmentos tiene una forma de elipse orientada sureste-noroeste, de unos 6,5 km de eje mayor y unos 3 km de eje menor.
Meteorito llega a Estados Unidos
Un ciudadano identificado como Terry Bodreaux, un prolífico cazador de meteoritos, llegó a Costa Rica hace unas semanas para comprar un trozo de meteorito por una cifra no revelada.
Terry, afirmó que era un trozo tan valioso para la ciencia que no valía la pena dejarlo en su colección.