Alemania decreta un cierre drástico de la vida pública ante el repunte del coronavirus
Alemania anuncia un cierre total desde el 16 de diciembre hasta el 10 de enero.
Las autoridades de Alemania, profundamente preocupadas por las graves cifras del coronavirus que registra el país en esta segunda ola, decretaron este domingo el cierre casi total de la vida pública a partir del próximo miércoles 16 hasta al menos el 10 de enero.
En ese periodo deberán permanecer cerrados todos los establecimientos comerciales no esenciales, incluidas las peluquerías; sólo estarán abiertos las tiendas de alimentación, los supermercados, bancos y farmacias. Cierran también las escuelas y guarderías.
“Las medidas que empezaron el 2 de noviembre no han funcionado, las infecciones han crecido exponencialmente, hay muchas muertes, por lo que debemos adoptas nuevas reglas para garantizar que el sistema de salud no se vea sobrepasado”, dijo la canciller Angela Merkel en rueda de prensa en Berlín, tras la reunión con los presidentes de los 16 länder (estados federados) en la que se acordaron las nuevas medidas restrictivas.
Queda prohibida la venta de petardos y fuegos artificiales, con el objetivo de evitar una costumbre muy típica de la Nochevieja alemana, esto es, los grupos de gente que se reúnen en la calle para lanzar cohetes de despedida al año viejo y de bienvenida al nuevo.
Se busca así también evitar afluencia de accidentados en las urgencias de los hospitales, que ya están acusando la presión de más ingresos de enfermos de coronavirus.
También se prohíbe el consumo de alcohol en público. Esta medida está pensada para evitar un comportamiento detectado en los últimos días en calles y plazas.
Los casi 3.000 mercadillos navideños alemanes han sido cancelados, pero algunos Ayuntamientos han autorizado unas pocas casetas aisladas, con la consigna de que la bebida y comida adquiridas no pueden consumirse allí mismo.
Pero las autoridades han detectado que hay gente que se reúne para consumir en grupo Glühwein (vino caliente especiado) típico de esta época.
Durante el periodo navideño, señaló Merkel, podrán reunirse en celebraciones un máximo de cinco adultos pertenecientes a dos hogares, si bien los niños hasta 14 años están excluidos del cómputo.
Las vacaciones escolares de Navidad empiezan el próximo lunes 21, pero en la práctica el ‘homeschooling’ a partir de este miércoles conlleva un adelanto del cierre físico de los colegios.
El Gobierno federal y los länder piden a las empresas que faciliten el trabajo desde casa, y se mantiene el veto a los viajes dentro de Alemania.
El ministro de finanzas, Olaf Scholz, anunció que en breve se aprobará un nuevo paquete de ayudas para apoyar a la economía, en la línea de las aprobadas hasta el momento durante las restricciones previas.
Alemania atravesó con relativo éxito la primera ola del coronavirus en primavera, y actualmente sigue registrando una tasa de mortalidad inferior a Reino Unido, Francia o España, pero está teniendo muchas dificultades con la segunda ola.
En las últimas jornadas, el Instituto Robert Koch (RKI) está registrando del orden de entre 20.000 y hasta casi 30.000 nuevos contagios diarios y en torno a 500-600 muertes por o con Covid-19.
Este domingo el RKI indicaba 321 fallecidos en las 24 horas precedentes, pero las cifras en fin de semana suelen ser más bajas porque bastantes centros regionales no las comunican hasta el lunes.
Por otra parte, la incidencia acumulada nacional en los últimos siete días se situaba este domingo en 169,1 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes. A pesar de las restricciones, esta tasa sigue creciendo desde inicios de noviembre, cuando se hallaba en 120 contagios.
El objetivo del Gobierno alemán es que esa tasa baje hasta los 50 nuevos casos por 100.000 habitantes, porque entiende que sólo por debajo de ese umbral se puede tener la pandemia bajo control, a la espera de poder empezar a vacunar a inicios del próximo enero. En principio, la UE prevé aprobar la vacuna de Pfizer/BioNTech el 29 de diciembre, y la de Moderna el 12 de enero.
Las autoridades alemanas constatan así que las medidas decretadas durante noviembre contra la segunda ola del coronavirus resultan insuficientes para frenar la propagación de la pandemia. En suma, están aplicando las recomendaciones de la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias, la Leopoldina, que el pasado martes abogó por un “cierre duro” (harter Lockdown, así le llaman), que coincide con las decisiones adoptadas este domingo.