Mujer que no sabía que estaba embarazada da a luz a gemelos
Sólo se dio cuenta de que “algo pasaba” apenas dos semanas antes tener a los gemelos.
Sin saber que estaba embarazada, una mujer de 38 años dio a luz a gemelos en el municipio de Guarulhos, San Pablo, Brasil. El caso se registró el 16 de agosto y los niños, que según los médicos nacieron después de 34 semanas de gestación, siguen hospitalizados en la Maternidad Jesús, José y María.
Kelly Aparecida Marques, de 38 años, que trabajaba como operadora de caja en un supermercado local, y Regivan Gomes da Silva, de 36 años, que es pintor, se preparaban para ir a la cama la noche del 16 de agosto cuando su mujer empezó a sentir fuertes dolores en la región del vientre.
«Se levantó de la cama con mucho dolor, ya no podía sentarse ni acostarse, daba vueltas en la cama. Mis hijos empezaron a ponerse nerviosos, el perro también empezó a ladrar de desesperación», cuenta Regivan en una entrevista a los medios locales.
El pintor llamó al Samu (Servicio Móvil de Atención de Urgencias) y, al darse cuenta de que su mujer estaba de parto, empezó a ser asistido por un médico por teléfono mientras la ayuda iba en camino.
«Mi casa tiene dos habitaciones pequeñas. Cerré la entrada de la habitación, que no tiene puerta, con el colchón en el que duerme mi hijo y comencé la sesión para hacer el parto», recuerda Regivan.
Daniel, el primero de los gemelos, nació en posición invertida y el médico le indicó a Regivan que le hiciera masajes de reanimación, que sólo lloró tres minutos después de venir al mundo.
«Todavía tuvimos que esperar otros 50 minutos más o menos hasta que llegó la ambulancia. Hicieron todo el procedimiento de cortar el cordón umbilical», explica.
Sin saber que aún estaba embarazada de su segundo hijo, Kelly fue llevada al hospital de maternidad mientras Regivan esperaba que un familiar se hiciera cargo de los niños mientras él estaba en el hospital. Al llegar al centro de salud, le informaron del nacimiento de Davi.
«Al cabo de una hora, llegué al hospital y me llevé la sorpresa de que la recepcionista me dijo: ‘Papá, no sólo eres padre de un niño, eres padre de gemelos'», dijo.
Sin náuseas ni dolor
Kelly, que todavía se estaba recuperando del parto y del susto, dijo que empezó a tener sangrados mientras estaba embarazada de los bebés y, como solía tener una menstruación tardía, sólo se dio cuenta de que algo pasaba dos semanas antes de dar a luz,
«Incluso le comenté a una amiga del trabajo que creía que tenía algo en el estómago porque se me había puesto dura la barriga en la zona del vientre, pero hasta entonces no había sentido náuseas, ni se me movía el bebé, ni nada», dijo
La mujer no tuvo tiempo de pedir cita con su médico de cabecera y se puso de parto pensando que tenía un problema estomacal o un mioma, sin considerar siquiera que estaba embarazada.
«Ni ella ni yo nos dimos cuenta, incluso le dije que fuera al médico, pero me comentó que, con la demanda de covid-19, se tardaba más en hacer los exámenes, que entonces dependíamos de los protocolos del SUS», dice Regivan.
Daniel nació con 1,740 kg y David con 1,710. Al ser prematuros, permanecen hospitalizados para ganar peso y no tienen previsión de alta. Aun así, los padres tienen cuentas diarias de los pocos gramos de evolución de sus hijos después del nacimiento.
Kelly va al hospital todos los días y ya puede amamantar a sus dos bebés. Como sólo llevaba tres meses en su nuevo trabajo de cajera, teme perder su empleo cuando vuelva de su licencia. Regivan, que acababa de regresar de su segundo día en un nuevo trabajo cuando nacieron los niños, contó con la solidaridad de sus compañeros de trabajo para reunir provisiones ante el nacimiento imprevisto.
Hasta ahora, compañeros de trabajo, familiares y amigos de la iglesia donaron pañales, bolsas de comida e incluso una cuna. «Tenemos que pagar el alquiler, las facturas de agua y electricidad, con nuestros otros hijos. Nos las arreglamos con lo que podemos y con la bendición de la gente que dona, con su solidaridad», dice Regivan. En el futuro, la casa de dos habitaciones en el barrio de Tranquilidade, donde vive la pareja y sus hijos de 13 y 10 años, deberá dar cabida a dos niños más.