“Si no está conmigo, no está con nadie más” habría advertido exnovia de jovencito que fue asesinado junto a su novia hoy en Limón
En las primeras horas de este lunes, la localidad de Venecia de Carrandí, en Matina de Limón, se convirtió en el escenario trágico de un doble homicidio que cobró la vida de Lindsay Madrigal Guevara, de 25 años, y Carlos Portillo Moraga, de 24.
El fatal suceso se desencadenó cuando varios individuos ingresaron sigilosamente a la residencia de la pareja, aprovechando la oscuridad de la madrugada. Luisa Mora Guevara, hermana de Lindsay, relató que alrededor de las 3:45 a. m., al regresar de un viaje de trabajo, escuchó disparos provenientes de la casa de su hermana.
Alarmada, trató de comunicarse con Lindsay sin obtener respuesta, por lo que contactó a las autoridades. Mientras esperaba la llegada de la policía, Mora se acercó al domicilio en compañía de su hijo mayor. A simple vista, la fachada parecía tranquila, pero al revisar el lado trasero, descubrieron una ventana entreabierta.
La tragedia se develó al ingresar a la vivienda, donde encontraron a la pareja sin vida en la cama, víctimas de múltiples disparos. Mora describió la escena como desgarradora, mencionando que «estaban completamente ensangrentados».
En otra habitación, hallaron a los hijos de Lindsay, de ocho y cinco años, escondidos bajo una cobija y visiblemente aterrados. “Estaban muy asustados. El PANI se los llevó para dárselos a la abuela, pero ellos no querían irse”, relató la mujer.
Según Luisa, su hermana y Carlos mantenían una relación de al menos tres meses y se habían mudado recientemente a la vivienda en Venecia, propiedad de su madre. Lindsay trabajaba en la colocación de pestañas y uñas, y no tenía información sobre la ocupación de Carlos.
Respecto a la posible participación de la pareja en actividades delictivas o consumo de drogas, Mora lo negó enfáticamente, asegurando que ninguno de los dos tenía vicios. En cambio, sugirió que el doble homicidio podría estar vinculado a amenazas previas de una exnovia de Portillo, quien, según Mora, había hostigado a la pareja el año pasado.
«Esa mujer (la exnovia) vive por aquí cerca y el 24 de diciembre, con otras seis mujeres, hicieron bajar a Carlos y a Lindsay de la moto, para decirle a él que si no estaba con ella, no iba a estar con nadie más», relató Luisa. «Luego les tiraron piedras», agregó.
La madre de Portillo, Alicia Moraga, también sospechaba que asuntos de celos podrían estar vinculados al crimen.
En redes sociales, Moraga respondió a comentarios que sugerían problemas en la vida de su hijo, instando a no hablar sin conocer la realidad. «Dejen de hablar lo que no se sabe. Él era mi hijo y no era ningún vicioso», aseguró ante los comentarios que afirmaban que el hombre estaba en malos pasos.
Cuando se le preguntó a Luisa si consideraba que alguna expareja de Lindsay podría estar implicada, ella descartó esa posibilidad, ya que afirmó que uno de ellos había fallecido y el otro estaba en prisión.
Esta teoría familiar será parte de las versiones que el Organismo de Investigación Judicial analizará para esclarecer los motivos del crimen e identificar a los responsables.