“Rocha”, el joven que soñaba con ser electromecánico y que los policías mataron
Colegial padecía de crisis de ansiedad y tenía una nota que certificaba su condición, pero los uniformados no le prestaron atención al documento.
Alegre, amigable y estudioso. Así describen familiares y allegados al menor de apellido Rocha, quien perdió la vida el 10 de setiembre del 2020 aparentemente a manos de oficiales de la Fuerza Pública, en Curridabat.
El dolor por la muerte del joven de tan solo 17 años llevó a la familia a mudarse de casa. Sin embargo, en su nueva vivienda conservan las pertenencias del menor como, por ejemplo, los libros de electromecánica que le ayudarían a culminar sus estudios, un parlante que lo acompañaba a todas partes que, de acuerdo con sus hermanas, lo encendía apenas se levantaba, su consola de videojuegos, su abrigo preferido y parte de su ropa.
En una publicación de Diario Extra, la familia del joven contó que estaba próximo a finalizar sus estudios, solo le faltaban dos meses para graduarse tras años de dedicación y esfuerzo.
“A él le gustaba mucho lo que estudiaba. Mi hijo era muy dedicado en lo que hacía”, contó Concepción López, madre de Rocha.
La familia del joven confía en que las autoridades hagan justicia sobre el caso de su hijo.
De acuerdo con información suministrada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el jueves anterior se logró detener a los sospechosos del ataque de apellidos Vargas, Valverde, Mora y Chaves.
Se enteraron por redes sociales
Los familiares de Rocha reclaman la escasa comunicación que las autoridades han tenido con la familia sobre el caso del joven, como ocurrió el jueves anterior cuando se enteraron de la detención de los sospechosos por medio de los medios de comunicación.
“Es demasiado injusto y doloroso para mi mamá darse cuenta por medio de redes sociales y medios de comunicación, se supone que seremos los primeros en saber. Las autoridades no nos han dicho nada, no hay ninguna notificación de los detenidos. No es posible que como familia no nos demos cuenta por parte de las autoridades lo que pasa con el caso de nuestro hermano”, declaró Génesis López, hermana del menor, a Diario Extra.
Un caso de ansiedad
Los familiares del joven aseguran que los oficiales de la Fuerza Pública ya tenían conocimiento de la situación que se vivía en el hogar, el joven padecía de frecuentes ataques de ansiedad, por lo que el juzgado les había dado una notificación a la familia sobre la condición del muchacho.
En su momento, se logró evidenciar que el día de la tragedia no hubo problemas de violencia doméstica en el hogar sino que al joven le dio un cuadro de ansiedad.
Ante esa condición del joven los familiares recurrían a la Fuerza Pública para evitar que el colegial se hiciera daño. Por lo que desmienten la versión de que agredía a su madre.
“Los policías le decían a mi mamá que pusiera una denuncia por violencia doméstica porque si no ellos no podían hacer nada”, contó Wilsa Varona, otra de las hermanas del fallecido.
Aquel jueves 10 de setiembre del 2020, cuando los oficiales llegaron a la casa de doña Concepción, ella les mostró la nota del juzgado donde se indicaba que el joven sufría de crisis de ansiedad, pero los policías no le pusieron cuidado al documento.
“Ellos entraron a mi casa, les enseñé el documento que tenía y uno se volvió y me dijo: ‘Por un muchacho así estamos esperando. Hay cosas más importantes que hacer’”, recordó la madre del joven.
Los oficiales sacaron a doña Concepción de la vivienda para abordar el caso, ella se fue confiada pensando en que los policías ayudarían a resolver la crisis de su hijo.
“Yo me confié de la Fuerza Pública, me dije: ‘Ellos saben lo que están haciendo’. En ningún momento me vieron agredida, golpeada, lo único que quería era que nos ayudaran porque mi hijo presentaba una conducta que no era normal en él, pero nunca me imaginé que eso terminaría así”, comentó la madre del joven.
Doña Concepción reiteró que su hijo nunca la maltrató a ella ni a sus hijas por lo que no entiende el accionar de los uniformados.
Policía enamorado
Wilsa, recordó que en una de las intervenciones que realizó la Fuerza Pública en su casa para evitar que Rocha se autolesionara, uno de los oficiales, de apellido Peraza, le hizo preguntas personales que nada tenían que ver con el caso por el que se presentaron a la vivienda.
“A mí un oficial de la Fuerza Pública una vez me pidió el teléfono, pero eso no lo dicen. Él llegó y me dijo aprovechando que estaba en la escena: ‘¿Puedo tener su número de teléfono? Es que usted es muy bonita’. Viendo que estoy en un caso de esos, ¿cómo me va a decir eso?”, expresó Varona.
Los amigos y familiares de Rocha, lamentan la falta de preparación de los oficiales de la Fuerza Pública al atender este tipo de situaciones.