Polémica en Heredia: Vecino furioso actúa como matón y amenaza a niños que practicaban con tambores en un parque público
Debate en redes: ¿es justo reclamar por el ruido de niños en un espacio público?
Un video que se ha viralizado en redes sociales muestra un tenso momento en un parque de Heredia, donde dos menores practicaban con tambores cuando un hombre, de entre 30 y 40 años, se acercó visiblemente molesto para exigirles que detuvieran su actividad. Con palabras ofensivas y amenazas, el hombre argumentó que el ruido había persistido durante más de cuatro horas y que causaba molestias por el eco en la zona.
Un encuentro inesperado
Según se observa en el video, los menores quedaron inmóviles ante la agresiva reacción del vecino, quien les recriminaba con enojo su práctica musical.
El sujeto inclusive los amenazó con ir a traer un hacha a su casa, para destrozar los instrumentos de los menores.
Los jóvenes, impactados, no respondieron a las amenazas y finalmente el incidente quedó registrado en el celular de uno de ellos, quien posteriormente subió el video a las redes sociales.
Opiniones divididas en redes sociales
La publicación desató un intenso debate en plataformas digitales, dividiendo a la opinión pública. Por un lado, muchas personas defendieron a los menores, destacando que estaban en un lugar público practicando un pasatiempo saludable, lejos de actividades nocivas. “Son niños que se están recreando, aprendiendo y disfrutando, no hacen nada malo”, comentó un usuario en la publicación.
Por otro lado, algunos internautas respaldaron la postura del vecino, señalando que el ruido constante puede ser molesto para quienes viven cerca del parque. “Entiendo que los niños tienen derecho a jugar, pero cuatro horas de tambor en el mismo lugar puede ser exasperante para cualquier vecino”, escribió otra persona.
¿Un tema de tolerancia o regulación?
El incidente plantea interrogantes sobre el uso de los espacios públicos y los límites de tolerancia en comunidades urbanas. Aunque la música y el arte son esenciales para el desarrollo personal, también es importante considerar cómo estas actividades afectan a quienes habitan en las cercanías.
Sin embargo algo que debe quedar claro, es que la violencia nunca es una solución y la forma en la que el sujeto trató a los niños es inaceptable.