Pegan una brutal paliza a hombre con discapacidad visual en Coronado
Defender un espacio fuera de una entidad bancaria fue suficiente para que dos hombres y una mujer vapulearan al joven.
Pablo Céspedes Hernández, es un joven de 27 años con discapacidad visual y, además, padece de epilepsia. Para ganarse la vida vende popis en el centro de Coronado. El domingo 7 de marzo se encontraba a las afueras de una entidad bancaria cuidando un espacio, algo que enfureció a una dama. Eso fue suficiente para que minutos después dos hombres y la mujer le propinaran una brutal paliza.
El hombre contó a Noticias Telediario que los minutos del ataque se le hicieron eternos.
“Llegué primeramente al Banco Nacional a vender mis productos y ahí estaba una mujer que empezó a gritar improperios, que uno no es ciego, que uno sí puede ver, que el bastón es puro cuento, que uno sí puede ver porque cómo hace uno para cruzar las calles y no pegar con los carros y no irse en los caños y cosas así”, contó Céspedes.
“Yo le digo ‘ojalá que usted nunca tenga ningún ciego, ni que padezca de la vista y usted está muy joven usted sí puede laborar por lo menos, uno si anda trabajando para mantenerse ya que cuesta que le den trabajo a uno en lo que estudió’”, agregó.
Pablo contó que después del intercambio de palabras se retiró de la entidad bancaria aproximadamente a las 10:50 a.m. sin saber que minutos después viviría una pesadilla.
“En el transcurso de las 11:00 a.m. llegó un individuo en silla de ruedas y me echó la silla de ruedas donde están mis pies, me golpeó con la silla y me pateó. Caí al suelo y me comenzaron a pegar, el otro muchacho y la otra muchacha agarraron el bastón mío y me comenzaron a golpear también. Yo no dije nada cuando estaba en el suelo, sí me acuerdo bien bien de todo yo no perdí la conciencia gracias a Dios, en ese sentido yo soy bastante fuerte”. añadió el joven.
Pablo afirmó que en ningún momento le faltó el respeto a la mujer y cree que las personas que lo agredieron no son de la zona.
El hecho tiene consternados a los coronadeños entre ellos la tía del joven, Teresita Hernández, quien aseguró, entre lágrimas, sentirse impotente por no poder ayudarle a su sobrino.
“Si ustedes ven el video, él lo que hacía era meter las manos y fue muy triste, fue muy duro para mí que uno no pueda hacer nada porque ni siquiera sabe quién es ni siquiera sabemos quiénes son. Y él me decía ‘yo no los puedo ir a demandar porque no sé quienes son, no sé, solo me decían que por lo que le hice a la muchacha, por quitarle el puesto’”, dijo la mujer.
Por esta agresión dos hombres y una mujer fueron denunciados ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Mientras tanto Pablo, quien presenta múltiples golpes y moretones, asegura que seguirá vendiendo sus popis en el centro de Coronado con el propósito de seguir estudiando lo que le apasiona: el mundo de la Informática y las nuevas tecnologías.