OIJ revela escalofriante hipótesis: así habrían asesinado y trasladado a Rashab y su amigo
De Orotina a San Mateo: la ruta que seguirían los cuerpos en un crimen que estremece al país.
El caso que conmociona a Costa Rica toma cada vez un giro más oscuro. Lo que comenzó como la desaparición de una modelo y su amigo ahora apunta, con fuerza, a un crimen brutal cometido dentro de una lujosa vivienda en Orotina y seguido de un intento por desaparecer toda evidencia.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) regresaron la noche de este miércoles a la propiedad del principal sospechoso, un hombre de apellido Bustos, también conocido como “Negro”. En esa casa, las autoridades recolectaron pruebas clave que refuerzan la hipótesis de un doble homicidio.
Dentro del inmueble, los investigadores hallaron sangre en abundancia tras aplicar luminol, una sustancia que permite visualizar rastros invisibles al ojo humano. También descubrieron que el piso cerámico de un baño, un cuarto y una terraza junto a la piscina había sido arrancado recientemente, y que las paredes estaban lijadas, como si alguien hubiera intentado eliminar cualquier traza biológica.
Pero lo más perturbador es lo que vino después.
Las cámaras de seguridad muestran el vehículo del sospechoso saliendo rumbo a Dulce Nombre de San Mateo de Alajuela. Ese detalle calza con el relato de testigos, quienes dijeron haber visto una camioneta blanca ingresar a una finca tras forzar un portón. Justamente en ese lugar, el OIJ encontró restos óseos calcinados, que podrían corresponder a Rashab Jael García Valverde y a su amigo, el colombiano Nelson Pavón Largaespada.
En la misma intervención, el OIJ decomisó una caja fuerte escondida en un cielo raso y el automóvil que aparece en los videos de la ruta hacia San Mateo.
A la par, las autoridades interceptaron el lunes, sobre la ruta 32, el carro que pertenecía a Rashab. Lo conducía un sujeto de apellido Brenes, de 36 años, quien al verse frente a un control policial intentó escapar a pie, pero fue capturado de inmediato.
Por su parte, el principal sospechoso, Bustos, se entregó el martes a las autoridades en compañía de su abogado.
Ahora el caso avanza hacia un punto crítico. Se está a la espera de los resultados de ADN para confirmar si los restos óseos hallados pertenecen a las víctimas. Mientras tanto, la Fiscalía valora solicitar hasta un año de prisión preventiva contra los implicados, mientras continúan las diligencias.
Costa Rica observa con asombro y tristeza cómo este caso revela una secuencia escalofriante: presunto crimen en la casa, ocultamiento de pruebas, traslado de cuerpos y quema en una zona rural. Una cadena que, de confirmarse, dejaría al descubierto uno de los crímenes más fríos y calculados de los últimos tiempos.