Joven inocente pierde la vida en tiroteo mientras regresaba a casa en Desamparados
Tragedia en Desamparados: joven muere camino a casa tras quedar en medio de un tiroteo.
José Sebastián Esquivel Herrera, un joven de 23 años, se convirtió en una víctima colateral de un tiroteo ocurrido la noche del 21 de enero en Loto 2, Desamparados. El incidente tuvo lugar a escasos 200 metros de su hogar, donde su familia lo esperaba tras su jornada laboral.
Un joven trabajador y humilde
Sebastián, como lo describen sus seres queridos, era un muchacho trabajador y con una actitud positiva ante la vida. Ramón, su abuelo, recordó con tristeza lo dedicado y amable que era su nieto: “Él venía del trabajo. Estuvo trabajando de noche durante varios años, pero quería cambiar su rutina y se pasó al horario de día. Salía a las 10:00 pm. Era un muchachito muy bueno, no porque yo lo diga, todo el mundo lo sabe. Era humilde y alegre”.
Sebastián había tomado la decisión de ajustar su horario laboral para tener más tiempo con su familia, una muestra de su compromiso y amor hacia ellos. Sin embargo, su vida fue truncada de manera inesperada y trágica.
Los hechos
El tiroteo comenzó cuando dos hombres a bordo de una motocicleta abrieron fuego contra un joven de 20 años, de apellido Rodríguez, quien era el objetivo principal del ataque. Aunque Rodríguez resultó herido, una de las balas alcanzó a Sebastián, quien estaba a pocos metros de su casa.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) continúa investigando el caso, y hasta el momento no se han revelado mayores detalles sobre los responsables del ataque.
Cifras alarmantes de violencia
El caso de Sebastián se suma a una preocupante estadística de homicidios en lo que va del 2025. Según los últimos datos del OIJ, se han registrado más de 50 homicidios en los primeros 23 días del año, reflejando un panorama alarmante de inseguridad y violencia en el país.
Un llamado a la reflexión
La muerte de Sebastián resalta la fragilidad de la seguridad en algunas comunidades y cómo las víctimas colaterales de la violencia armada son una realidad dolorosa para muchas familias. Su historia, marcada por su esfuerzo y dedicación, deja una profunda tristeza entre quienes lo conocieron.
La familia de Sebastián, al igual que muchas otras, clama justicia y soluciones para detener la ola de violencia que sigue arrebatando vidas inocentes en Costa Rica.