Joven de 21 años involucrado en accidente donde murió una policía dio positivo a la alcoholemia
El joven conductor quedó detenido.
Una mañana que parecía común se convirtió en una pesadilla para la Fuerza Pública y para la familia de Astrid Gómez Cruz, una oficial de 31 años que perdió la vida mientras se dirigía a su lugar de trabajo. El accidente ocurrió este sábado a las 6:50 a.m. en Rincón de Cacao, en el cantón central de Alajuela, cuando la motocicleta en la que viajaba la policía fue impactada por un vehículo eléctrico conducido por un joven de apenas 21 años.
La versión preliminar del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) apunta a que el conductor manejaba bajo los efectos del alcohol, ya que dio positivo en la prueba de alcoholemia. Inmediatamente después del accidente, el joven fue detenido y puesto a disposición del Ministerio Público.
“Lamentamos profundamente comunicar el fallecimiento de nuestra compañera Astrid Gómez Cruz. Esta valiente oficial se dirigía a iniciar su jornada laboral cuando ocurrió el trágico accidente. Nos solidarizamos con su familia en este momento tan difícil”, expresó el Ministerio de Seguridad Pública en un comunicado oficial.
La noticia ha generado indignación entre ciudadanos y cuerpos policiales, pues una vez más el consumo de alcohol al volante cobra una vida inocente. Compañeros de Astrid la describen como una mujer responsable, dedicada a su labor y muy querida por su comunidad.
En el lugar del accidente, testigos aseguraron que el impacto fue tan fuerte que la oficial falleció de inmediato. Equipos de emergencia llegaron rápidamente, pero ya no había nada que se pudiera hacer por salvarle la vida.
El caso está bajo investigación del OIJ, que ahora busca esclarecer todos los detalles del accidente y determinar las responsabilidades legales del conductor involucrado.
La muerte de Astrid no solo enluta a su familia, sino que deja un vacío profundo entre quienes compartieron con ella en el cumplimiento del deber. Hoy, más que nunca, se hace urgente insistir en la necesidad de mayor conciencia vial y tolerancia cero al alcohol detrás del volante. La vida de una madre, una hija y una servidora pública no debía terminar de esta forma.