Conductora que embistió a ciclistas chocó un carro en 2016 para robárselo
En aquella ocasión la mujer fue condenada a tres años y cuatro meses de cárcel.
La mujer que atropelló a dos ciclistas el sábado en Alajuela posee antecedentes penales: en 2016 colisionó a propósito el vehículo de otra muchacha para que esta última se detuviera y de esta forma robarle el carro mediante el método del bajonazo.
Por este hecho el Tribunal Penal de Alajuela condenó a la mujer, de apellidos Gutiérrez Pérez, a tres años de prisión por el delito de robo agravado, después de que se acogiera a un proceso abreviado.
Así lo dio a conocer el periódico La Nación en una publicación. Pero ahí no terminan los antecedentes de Gutiérrez Pérez.
La Fiscalía adjunta de Alajuela informó que en el 2017 se le abrió otra causa, esta vez por el delito de lesiones levísimas.
Esta información sale a la luz un día después de que Gutiérrez Pérez declarara a Noticias Repretel que lo que sucedió el sábado: “fue más un accidente que una intención”.
“Yo decidí orillarme, en eso de estar discutiendo con ellos no vi que había un carro a mano derecha y yo iba a orillarme y cuando no sé fue que yo me asusté y donde me iba a orillar vi el carro así como que me iba a golpear y obviamente el carro estaba orillado pero yo no me percaté de eso y diay el carro es automático en lugar de dar el freno di el gas”, narró la joven de 29 años.
“Mi intención nunca fue tirarles el carro encima, si yo lo hubiera querido hacer créame que cualquier persona lo hubiera hecho, yo venia atrás de ellos y me los hubiera levantado a todos. Ni una persona en su sano juicio ni loca pienso yo que va a querer matar a una persona o sea menos yo que en mi caso tengo dos hijas por quien luchar y que vean a una mamá en la cárcel”, manifestó.
Colaboró en bajonazo
Respecto al caso del 2016 la fiscal, Lilliana Solórzano, acusó a Gutiérrez Pérez y a dos hombres más apellidados Maroto Soto y Ayara Soto por el delito de robo agravado.
Según se indica en la sentencia N° 598-2016 los tres acusados se desplazaron hasta Itiquis de Alajuela en un auto conducido por Gutiérrez donde por medio de un “plan criminal previamente establecido” acordaron interceptar a los conductores para asaltarlos.
En un momento dado una conductora pasó por el sitio, su identidad no trascendió, y los sujetos aprovecharon para seguirla.
La víctima se dio cuenta de que la perseguían entonces aceleró su vehículo para tratar de evadir a los hampones.
“Sin embargo, la acusada Gutiérrez Pérez también aceleró el vehículo y justo encontrándose en Tacacorí de Alajuela colisionó el vehículo de la ofendida en la parte trasera, por lo que esta última detuvo su vehículo por completo”, indica la pieza acusatoria.
De acuerdo con la acusación, los dos hombres se bajaron del carro, Maroto Soto encañonó a la ofendida y le dijo: “Abra, sino la mato”. Ante la advertencia, la mujer desactivó los seguros del vehículo y los sujetos ingresaron al carro, forcejearon con la mujer, ella se cayó a la vía pública y ellos aprovecharon para huir hacia Tambor de Alajuela.
Mientras ocurría el hurto, Gutiérrez Pérez “vigilaba” el sitio. Al ver que sus compañeros de fechorías cumplieron con su objetivo, ella también huyó en su carro, indica el fallo judicial.
Un testigo del hecho alertó a las autoridades lo que permitió detener minutos después a los ladrones. “Ellos huían en el vehículo conducido por Gutiérrez Pérez, dado que el vehículo que le sustrajeron a la ofendida se les apagó”, dice la sentencia judicial.
Ante los hechos, las pruebas recabadas y luego de aceptar los cargos, el juez Miguel Fernández les impuso tres años y cuatro meses de prisión a Gutiérrez Pérez y a Araya Soto.
Mientras que Maroto Soto fue sentenciado a tres años y ocho meses de cárcel.
Ahora, en 2021, Gutiérrez Pérez enfrenta otro proceso penal. La Fiscalía de Alajuela confirmó que la investiga por el delito de tentativa de homicidio luego de que atropellara a dos ciclistas la mañana del sábado 27 de febrero en Alajuela.
El Juzgado, indicó que la imputada cumplirá medidas cautelares como: mantener un domicilio fijo, no acercarse ni mantener comunicación con las personas ofendidas o testigos de la causa y no cometer ningún otro delito.