“A mí no me van a cazar nunca”: Sale a la luz presunto audio de alias “Diablo”
“Diablo” rompe el silencio: audio revela amenaza directa a autoridades costarricenses.
En un nuevo giro escalofriante, Alejandro Arias Monge —conocido como “Diablo” y señalado como el narco más buscado de Costa Rica— reapareció presuntamente a través de un audio filtrado que ya circula en redes sociales y medios digitales. En la grabación, se escucha una voz que amenaza directamente a funcionarios e investigadores, dejando claro que no tiene intención de entregarse y que está dispuesto a todo para mantenerse en libertad.
La voz, atribuida presuntamente a Arias-Monge, lanza frases alarmantes como:
“A cualquiera que quiera jugar de héroe… para cualquier investigadorcito que quiera pasarse de listo, para eso sí hay plática y bastante. A mí no me van a cazar nunca. Puedo mandar a matar a quien sea, no me interesa.”
El contenido, además de confirmar su intención de seguir evadiendo la justicia, deja entrever la capacidad económica y operativa de su organización criminal, con redes que —según la DEA— operan en todas las provincias de Costa Rica y tienen vínculos con carteles internacionales.
Este mensaje aparece solo horas después de que el Departamento de Estado de EE.UU. ofreciera una recompensa de hasta $500.000 por información que permita su captura o condena. La declaración pública ha encendido las alarmas entre las autoridades, pues se interpreta como un intento de intimidación directa hacia los cuerpos policiales y judiciales del país.
Las autoridades costarricenses y estadounidenses no han confirmado oficialmente la autenticidad del audio, pero analistas en temas de seguridad aseguran que el tono desafiante forma parte de una estrategia para sembrar miedo y consolidar poder desde la clandestinidad.
La Fiscalía, el OIJ y el Ministerio de Seguridad Pública mantienen operaciones de rastreo en curso, mientras la DEA continúa recolectando información a través de canales confidenciales habilitados para la ciudadanía.
¿Quién atrapará a “Diablo”? La cacería continúa, y ahora más que nunca, la presión recae sobre las fuerzas del orden de ambos países.