¿Sabías que el arroz se convierte en azúcar en el cuerpo?
El arroz es una alimento muy utilizado en las cocinas de todo el mundo.
Y, aunque tiene ciertas ventajas como la proporción de nutrientes y moléculas que brindan energía al cuerpo, también puede ser peligroso cuando se consume en exceso, ya que provee azúcares que pueden resultar difíciles de procesar en el sistema digestivo.
¿Sabía que el arroz se convierte en azúcar en el cuerpo? Le explicamos el proceso químico detrás de este principio nutricional.
De acuerdo con expertos nutricionistas consultados por ‘Kids Health’, el arroz blanco es un carbohidrato complejo.
Este se convierte rápidamente en azúcar, un proceso que se conoce como índice glucémico (IG) y se refiere a la medida de la rapidez con la que un alimento puede elevar su nivel de azúcar (glucosa) en la sangre.
“Todos los carbohidratos se descomponen en azúcares simples, que se absorben en el torrente sanguíneo. A medida que el nivel de azúcar se eleva, el páncreas libera la hormona insulina, que es necesaria para mover el azúcar de la sangrea las células, en las que puede ser usada como energía”, se lee en el artículo del medio especializado en la salud de los niños.
Un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard descubrió que comer cinco o más porciones de arroz blanco a la semana se asocia con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Los investigadores aseguran que consumir 50 gramos de arroz integral en lugar de blanco reduciría el riesgo en un 16%.
Una porción de una taza de arroz integral contiene 10% de la proteína diaria recomendada, así como un 14% de fibra.
El arroz integral también contiene cantidades muy saludables de selenio, magnesio y fósforo, junto con niacina, vitamina B6 y tiamina, asegura en su blog el Doctor Mercola.
Los investigadores de Harvard invitan a tener una mayor ingesta de granos integrales, ya que estos tienen un efecto más moderado de azúcar en la sangre y la insulina, contrario al pan blanco, arroz blanco, y otros granos refinados.
En el análisis realizado también detectaron una variedad de factores que podrían influir en los resultados, como la edad, el índice de masa corporal, el tabaquismo, el consumo de alcohol, los antecedentes familiares y otros hábitos alimenticios.