Pesaba 51 kilos: Intentó reducir su peso mediante inyecciones y casi murió por una reacción alérgica
Pesando 51 kilos y con la intención de eliminar la grasa que tenía en su zona abdominal, una mujer compró lotes de inyecciones que en Internet se promocionaban para bajar de peso, además de prevenir la diabetes.
Durante los primeros meses, los pinchazos de la fórmula adquirida parecían funcionar, pues efectivamente la británica bajó en tres kilos su masa corporal.
Como se estaban cumpliendo sus pretensiones, siguió administrándose las dosis. Sin embargo, llegó un momento en que sufrió una fuerte crisis que pudo ser mortal. Ahora se siente avergonzada por lo que hizo y se ha encargado de difundir un mensaje para tomar consciencia.
Todo parecía bien, hasta que…
La historia se remonta a abril de 2022, cuando Lynsay McAvoy efectuó la compra de las primeras inyecciones, las que corresponderían a una falsificación de otros medicamentos que se venden sin receta en Reino Unido y que han sido promocionados por celebridades locales.
Si bien estaba consciente de su peso y que consideraba «ridículos» sus intentos por disminuirlo más, también se sentía «infeliz» por su aspecto físico, especialmente por la grasa que acumulaba en su abdomen.
Fue así que desembolsó 50 libras esterlinas (unos 55.800 pesos chilenos, aproximadamente) en un lote que tenía inyectarse todos los días, durante dos semanas.
«Había estado funcionando bien. Lo hice durante dos meses y funcionó para suprimir mi apetito, no comía tanto, perdí alrededor de medio kilo», confesó Lynsay.
Todo parecía bien, hasta que empezaron a manifestarse los efectos secundarios. En vez de prestarles atención médica, la mujer consumió un antihistamínico que hizo desaparecer estas manifestaciones.
El día que casi pierde la vida
Con la esperanza de seguir perdiendo kilos, la británica siguió comprando las inyecciones que se aplicaba en su zona abdominal. Según su relato, entregado a Daily Mail, estas eran iguales a las que había adquirido inicialmente, por lo que no desconfió.
No obstante, después de administrarse un pinchazo, su lengua empezó a hincharse, sentía una comezón en todo su cuerpo y un ardor en sus ojos.
Pensó que estaba atravesando los mismos efectos secundarios de la primera vez, por lo que volvió a tomarse un antihistamínico, pero la situación era más grave de lo que creía.
«Mi corazón empezó a latir muy rápido y el sudor empezó a brotar de mí. Recuerdo que me derrumbé y sentí que mi corazón estaba a punto de explotar. Sabía que algo no estaba bien y pensé que me estaba muriendo», señaló la mujer.
McAvoy terminó desmayándose, golpeando su cabeza contra la pared de su casa, lo que la dejó con un hematoma —conocidos como «moretones»— en su frente y con la mandíbula dislocada.
En medio de esta desesperación, logró contactar a su madre, que vive a pocos metros de ella. Fue así que la ambulancia llegó para trasladarla a un hospital, donde los médicos le diagnosticaron un shock anafiláctico («reacción alérgica grave en todo el cuerpo a un químico que se ha convertido en alergeno», según explica Medline Plus) y que sus órganos habían comenzado a fallar.
Lo que la habría salvado de la muerte
Ya recuperada, Lynsay recordó que «estaba aterrorizada, me sentí avergonzada. Soy madre soltera con tres hijos, debería haberlo sabido mejor. No estaba dando el ejemplo que quería dar a mis hijos».
Las personas a las que les compró la peligrosa fórmula «me hicieron creer que era para diabéticos, pero no tenemos idea de lo que contenía», pues las pruebas de laboratorio no pudieron determinar los componentes del líquido que se pinchaba.
Con respecto a lo que la habría salvado de la muerte, los doctores le dijeron que probablemente fue el antihistamínico que consumió: «Me siento afortunada de estar viva», declaró la esteticista de profesión.
Por último, entregó el siguiente mensaje para generar consciencia: «Me enoja cuando veo que la gente toma o habla de los productos para bajar de peso. Todo el mundo está tan obsesionado con su apariencia corporal y yo definitivamente entro en esa categoría, se aprovechan completamente».
«No lo hagas, no hay nada positivo que pueda salir de ello. Es una solución rápida, pero peligrosa: la inyección está destinada a usarse para la diabetes y se usa para el objetivo equivocado», concluyó.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.