Periodista con COVID-19 advierte a los menores de 30 años que no se confíen por su edad
“Respirar era doloroso”, contó la joven sobre los efectos que el coronavirus desencadenó en su organismo y alertó los peligros de romper el aislamiento.
La pandemia de la COVID-19 ha afectado a más de 200 países en todo el mundo, por ello, los Gobiernos se han visto en la obligación de implementar medidas de aislamiento y distanciamiento social para frenar su propagación.
La estrategia parece estar dando buenos resultados, pero con el paso de los días, muchas personas rompen la cuarentena ante el inminente peligro de contagiarse. En ese contexto, una joven periodista de la cadena NBC que contrajo coronavirus advirtió a los jóvenes sobre la importancia de no cumplir la cuarentena.
Dasha Burns es la joven periodista que, guiada con su experiencia, puede asegurar que actuar de forma inconsciente puede tener efectos perjudiciales, no solo para los grupos de riesgo, sino para todos los esfuerzos de la sociedad.
Burns de Estados Unidos nunca pudo saber si tenía coronavirus debido a que los test estaban reservados para las personas que iban a ser hospitalizadas. Sin embargo, sus médicos la consideraron un “presunto positivo” y ordenaron que se mantuviera aislada en su casa.
Durante 18 días, la joven experimentó todos los síntomas de la COVID-19: fiebre, náuseas, dolores en el pecho, tos y dificultades para respirar.
“Mi fiebre se mantuvo cerca de los 39 grados y no pude lograr que bajara por días. El dolor de cabeza y de cuerpo que la acompañaron se tornaron insoportables. Sentía que mis articulaciones estaban artríticas. No podía dormir a la noche y estaba inmóvil durante el día. La fatiga era extrema”, detalló.
La joven de 30 años mencionó que sus médicos le recomendaron el consumo de electrolitos porque el nuevo coronavirus tiende a deshidratar el organismo.
“Cuando finalmente me bajó la fiebre, los problemas respiratorios se volvieron peores y respirar resultaba doloroso. En un momento, tuve 24 horas de tregua. Pero luego los síntomas volvieron para vengarse. Agregué náuseas extremas al paquete. Mantenerme hidratada se convirtió en un desafío y mi objetivo principal”, contó a Infobae.
Con un semblante recuperado, la joven aseguró que nunca había sentido nada parecido”, y criticó a los jóvenes de su época que no toman en serio los terribles efectos de la COVID-19.
“Tengo menos de 30 años. No tengo enfermedades preexistentes. Fui una de las afortunadas. Y fue lo más enferma que he estado en mi vida. Fue una disrupción para mi trabajo, el de mi esposo, y aterrorizó a mi familia, que vive del otro lado del país. Todavía estoy recuperando las fuerzas y acostumbrándome a la nueva normalidad. Soy solo un ejemplo, pero si mi generación no tiene cuidado, podríamos hacer que la pandemia sea peor para todos, nosotros incluidos”, concluyó