Ojo: Dermatólogo asegura que dejar la rasuradora en el baño podría desencadenar riesgos para su piel
Las superficies del baño pueden estar expuestas a bacterias y gérmenes presentes en el ambiente, especialmente en áreas cercanas al inodoro.
Afeitarse forma parte de la rutina diaria de muchas personas. No obstante, en cada pasada de la navaja y en cada corte yace el riesgo silencioso de una posible infección, pues lo que realmente está experimentando la piel es una microdermoabrasión, con pequeñas heridas que son la puerta para el ingreso de bacterias, virus u hongos, si el procedimiento no se hace adecuadamente, asegura el dermatólogo Juan Carlos Quesada.
“Es usual que guarden las rasuradoras eléctricas o manuales en el baño, que es una zona donde hay mucha humedad y pululan bacterias, virus y hongos que pueden alojarse en la maquinilla de afeitar, introducirse en la piel y provocar infecciones cutáneas como foliculitis, celulitis o infecciones por estafilococos”, señaló el médico.
Las superficies del baño pueden estar expuestas a bacterias y gérmenes presentes en el ambiente, especialmente en áreas cercanas al inodoro. Guardar las rasuradoras en el baño aumenta el riesgo de que las cuchillas entren en contacto con estos microorganismos, lo que puede ser perjudicial para la salud de la piel y aumentar el riesgo de infecciones cutáneas. El contacto de la piel con navajas oxidadas puede causar alergias como dermatitis de contacto y cortes irregulares y profundos que pueden dejar cicatrices, provocar irritación, enrojecimiento y picazón, lo que puede resultar incómodo y doloroso, sobre todo, cuando la persona de por sí presenta condiciones como acné o algún tipo de condición.
Prevención
Para prevenir estos riesgos, es fundamental lavarse siempre muy bien las manos, mantener las navajas limpias, secas y almacenadas en un lugar ventilado fuera del baño para evitar la acumulación de humedad, gérmenes y oxidación. Además, es esencial reemplazar las navajas desgastadas o dañadas y jamás compartirlas con nadie para reducir el riesgo de infecciones y transmisión de otras enfermedades contagiosas, enfatizó Quesada.
Sobre el depilado
“Siempre es recomendable dilatar los poros con agua tibia previo al procedimiento de afeitado, pues esto suaviza la fibra del pelo. La depilación se hace utilizando un gel o espuma de afeitar suave y sin alcohol, pasando el rastrillo contra el sentido del bello. La hidratación con agua fría después de rasurarse es clave para volver a cerrar el poro. La limpieza o esterilización inmediata de la navajilla es obligatoria para continuarla usando”.
Hay algunos estuches o fundas diseñadas específicamente para almacenar navajas de afeitar. Estos estuches suelen proporcionar protección adicional y ayudan a mantenerlas secas y libres de contaminantes.