Niño de 10 años asegura que Dios lo curó de un tumor cerebral
El pequeño contó que Dios lo llegó a visitar al hospital y le dijo que todo iba a estar bien.
El 2018 marcó un antes y un después en la vida de Matías Garos Carranza. A sus 10 años recibió el milagro de curarse de un tumor del tamaño de una naranja que se alojó en su cerebro.
De ser un niño juguetón e inquieto pasó a presentar varios padecimientos como dolores de cabeza y vómitos. El 18 de setiembre de ese año, la salud del pequeño se complicó, empezó a convulsionar y lo llevaron al hospital. Ahí, los doctores brindaron el fatídico diagnóstico: Matías presentaba un tumor en el tallo cerebral.
Los tumores tienen una escala de 1 a 10, el que tenía Matías, era el 10. Así que los médicos del Hospital Nacional de Niños (HNN) le indicaron que solo le quedaban nueve meses de vida.
Pero la fe y las oraciones del pequeño y sus familiares alimentaron la esperanza de un milagro que efectivamente, sucedió. Una promesa de alguien a quien el niño había amado cambió el rumbo de esta historia.
“Voy por la sesión 15, yo me levanto con mucho miedo de la cama y le digo a mi papá cuando llegamos a la sala de radio: “La máquina me va a caer encima”, bueno eso me dice el enemigo, el diablo y mi papá con ese dolor va y me deja en la camilla, era en una camilla en un cuarto que yo digo que es como una bóveda ahí cerraban puertas y nadie podía quedar adentro”, declaró el menor en el programa Mi casa es su casa, de Multimedios.
“Mi papá, me cobija, me amarra las manos, los pies, me atornilla la mascarilla y quedo yo solo ahí nadie queda conmigo, yo no podía mover ninguna parte del cuerpo, si la movía automáticamente me quemaba. En ese temor de que si era cierto de que la máquina me iba a caer encima se me aparece Dios, él se me sienta en las piernas y me dice: “Mati, hijo querido, no tengas miedo todo va a salir bien terminarás la radio con vida”. Y pues ya ahí empezó la confianza”, agregó el pequeño.
Luego de ese día, Matías le indicó a su padre, Diego Garos, que no quería tomar más medicamentos y le manifestó: “De ahora en adelante mi medicina va a ser Dios”.
“Desde el 24 de diciembre del 2018 al día de hoy, puedo decirle que Matías no toma ni acetaminofén”, aseguró el padre del niño.
A los días, personeros de HNN convocaron al menor al centro médico para que se realizara una Tomografía Axial Computarizada (TAC), luego los llamaron para darles los resultados.
“Llegamos, la primera cita fue con la radióloga y nos dice: “Papás les tengo una buena noticia, en su hijo desapareció el tumor. No está, no hay residuos de masa y no le puedo una circunferencia de algo porque no hay nada ahí”, contó el padre emocionado.
“Mi misión es llevar este testimonio a todas las personas que ahorita están pasando un momento difícil, decirles que Dios lo puede todo. Donde los doctores decían: “No va a poder jugar bola, no va a poder montarse en una bicicleta”, ya ahora lo puedo hacer”, dijo el niño milagro.