«Fue muy difícil escucharlo»: El calvario del primer paciente al que empresa de Elon Musk instaló implante cerebral
Noland Arbaugh y la compañía Neuralink reportaron recientemente que el implante había comenzado a funcionar mal. Esta fue la explicación de la firma.
En enero pasado, Elon Musk anunció un hito significativo para su compañía Neuralink: la instalación de un implante cerebral en el primer paciente humano, con resultados iniciales descritos como “prometedores”.
Apenas unos meses después, en marzo, la empresa de neurotecnología compartió un video que mostraba a Noland Arbaugh, el primer paciente humano, utilizando su implante para jugar ajedrez en una computadora y hablar sobre la tecnología que lo hacía posible. Arbaugh, un hombre de 29 años que quedó cuadrapléjico tras un accidente de buceo, había encontrado en este implante una nueva forma de interacción con el mundo digital.
No obstante, recientemente Arbaugh informó que su implante comenzó a presentar fallas. En una entrevista con Bloomberg, comentó que notó problemas semanas después de la instalación del dispositivo, confesando que “lloró un poco” al darse cuenta de los inconvenientes. Arbaugh experimentó un retraso significativo entre sus pensamientos y el movimiento del cursor en la computadora. Neuralink explicó que los cables, o “hilos”, del implante se habían desprendido de su cerebro.
“Al principio, no sabían qué tan grave sería. Fue muy difícil escucharlo. Pensé que había llegado a usarlo durante tal vez un mes, y luego mi viaje estaba llegando a su fin”, expresó Arbaugh.
La semana pasada, Neuralink publicó en su blog que estaban al tanto del problema con el implante y ofrecieron una actualización sobre el progreso. El implante, denominado «The Link», cuenta con más de 1,000 electrodos y 64 hilos, cada uno más delgado que un cabello humano. Algunos de estos hilos se habían desplazado, lo que llevó a The Wall Street Journal a informar que la empresa consideraba retirar el dispositivo por completo.
Pese a estos desafíos, Neuralink afirmó haber resuelto el problema y aseguró que el implante ahora funcionaba mejor que antes. A pesar de superar las dificultades técnicas, Arbaugh expresó su tristeza: “Pensé que simplemente seguirían recopilando algunos datos, pero que en realidad iban a pasar a la siguiente persona. Lloré un poco”.
Desde que se sometió a la cirugía, Arbaugh ha utilizado el implante para navegar por internet, jugar videojuegos y controlar su computadora portátil desde su cama, actividades que antes eran imposibles para él.