En Limón, se encuentra la primera fábrica de respiradores N95 de Centroamérica
El proyecto que espera producir 5000 respiradores tipo duckbill o pico de pato por semana contó con el apoyo del Banco de Transferencia Tecnológica de las Naciones Unidas.
El farmacéutico y empresario Mario Sánchez, cumplió con su propósito de fabricar mascarillas de alta calidad accesibles para toda Centroamérica.
Para su idea, contó con el apoyo del Banco de Transferencia Tecnológica de las Naciones Unidas.
Sánchez, contaba con conocimientos para la fabricación, logística y desabasto de medicamentos. Al principio, pensó que sería una transacción fácil obtener los insumos médicos de calidad para empezar con la producción de las mascarillas N95 en febrero.
Pero no fue nada sencillo, viajó por Estados Unidos, Polonia, Alemania y los Países Bajos en busca del material.
Días antes de que cerraran las fronteras en el mes de marzo, el farmacéutico regresó al país sin obtener resultados.
Luego, se enteró que existía la tecnología Tech Access Partnership, que funciona como un mediador entre los fabricantes locales, emprendedores y otros buscadores de tecnología en países en desarrollo e innovadores globales, universidades y otras entidades que ponen a disposición su propiedad intelectual para servir a la sociedad.
Sánchez, aprovechó que las cabinas de su familia estaban desocupadas a raíz de la Covid-19 y las habilitó para convertirlas en una planta de fabricación de mascarillas.
En setiembre anterior, recibió el Permiso Sanitario de Funcionamiento del Gobierno de Costa Rica, que le permite fabricar respiradores N95 grado médico.
“Acá se fabrican los respiradores que son de tipo duckbill o pico de pato, realizados con una técnica especial de tres capas que filtran más del 95 % de las partículas. El diseño está certificado por la Universidad Técnica de Estambul en Turquía. Es un respirador aprobado por la Organización de la Salud, dentro de sus especificaciones está este modelo y no es que sea más económico pero es más sencillo de fabricar por las herramientas que tenemos en Costa Rica”, declaró Sánchez a Noticias Repretel.
Se encontró que las mascarillas poseen una capacidad de filtración de partículas de hasta 0.3 micrones de 98.12 % lo que equivale a FFP3 del estándar europeo.
El farmacéutico, espera suministrar mascarillas a toda Costa Rica, así como al resto de la región de América Central y el Caribe.
La idea de Sánchez, también ayudó a generar empleo en la zona de Sixaola, 7 personas trabajan en la confección de las mascarillas.
“No solamente empleo, sino un empleo técnico bien remunerado también en el cual esperamos el apoyo del país como tal, nosotros hemos hecho nuestro esfuerzo, hemos sacrificado lo que hemos tenido que sacrificar anduvimos por Europa arriesgando nuestras vidas y esa fue la realidad. Ahora estamos aquí dándole al país un producto de primer nivel y que realmente no hay en el resto de la región”, agregó el farmacéutico.
La primera fábrica de respiradores N95 de Centroamérica con sello costarricense espera producir 5000 respiradores por semana.