Atenderse por Covid-19 en un hospital privado le costó a adulto mayor ₡43,6 millones
La Sala Constitucional rechazó el reclamo de la familia que exigía a la CCSS asumir el monto ante la falta de espacio en hospitales públicos.
Un adulto mayor de apellidos Núñez Rivas tuvo que ser internado en el Hospital La Católica, debido a que se contagió de Covid-19. Por la atención médica que recibió desde el 16 de agosto hasta el 6 de setiembre el señor tuvo que desembolsar la suma de ₡43,6 millones.
Ante esto los familiares de Núñez Rivas interpusieron un recurso de amparo ante la Sala Constitucional el pasado 3 de setiembre en el que solicitaron que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) asumiera los gastos incurridos ante la falta de espacio en los hospitales públicos. Sin embargo, la Sala IV rechazó el reclamo.
Según recoge una publicación de diario La Teja, el abogado que presentó el recurso aseguró que el adulto mayor, de 73 años, presentó síntomas de Covid-19 el 16 de agosto anterior. Al ver que con el paso de las horas la salud del hombre empeoraba y tomando en cuenta su condición de salud previa los familiares del señor decidieron llevarlo ese día al Hospital La Católica para que le realizaran la prueba de detección del virus SARS-CoV-2.
Al conocer que el resultado era positivo y que los niveles de oxigenación del señor habían bajado considerablemente su familia tomó la decisión de ingresarlo en el centro médico privado ubicado en Guadalupe.
“Lo que se esperaba que fueran dos o tres días de internamiento estándar, se convirtió en un internado prolongado y de alta complejidad, que ameritó su ubicación en una cama de cuidados intensivos y la colocación de una amplia gama de medicamentos”, dice parte del recurso que La Teja hizo público.
El abogado de Núñez Rivas, de apellido Dávila, contó al rotativo que la familia del hombre ha tenido que hacer un gigantesco esfuerzo financiero para pagar los millones por el internamiento del adulto mayor, algo que excede sus capacidades económicas.
Rechazó la atención médica de hospital de la CCSS
En el recurso de amparo se indica que desde el 31 de agosto la familia de Núñez solicitó el traslado a un hospital nacional, pero que lo rechazaban por la saturación en los centros médicos.
En la respuesta de la Caja se indica que las primeras solicitudes las recibieron el 2 de setiembre y admitieron el rechazo debido a la falta de camas para su atención.
Pero lo que inclinó la balanza para la decisión de los magistrados fue que el vecino de Coronado se negó a recibir atención médica de la CCSS en un primer momento.
La entidad asegura que el adulto mayor acudió al servicio de Emergencias del Hospital Calderón Guardia, según consta en la información de la sentencia que fue publicada por el periódico La Nación, el 15 de agosto pasado a las 10:14 p.m. El enfermo fue atendido por el emergenciólogo Gerson Gadiel Araya Jiménez. Las actas del expediente señalan una actitud agresiva del paciente.
“No está vacunado. Paciente indica que no se quiso vacunar ni se va a vacunar ya que, según indica, ‘es un estudio fase 3 que no sirve, no me vacuno hasta que sea real’”, indica la sentencia, de acuerdo con el expediente.
“Paciente se niega rotundamente a realizarse la prueba de Covid-19 alegando que ‘no me voy a hacer la prueba ya que eso no sirve, de por sí a todos les ponen que están positivos aun estando negativos. Ya he investigado mucho en Internet, por lo que no me pueden obligar’”, agrega.
Y añade: “Se trata de explicar los riesgos al paciente de lo que está haciendo, a lo cual él mismo se altera hablando en voz alta y habla golpeado de manera agresiva, indicando que no lo pueden obligar a realizarse la prueba , ya que no es Covid ‘porque he investigado mucho, lo que tengo es una molestia en la garganta’”.
Según el expediente a las 10:57 p.m. se le volvió a ofrecer la prueba, pero el señor insistió en que no lo podrían obligar a realizarla. El documento indica que a las 11:14 p.m. el personal de enfermería informó en su reporte lo siguiente: “Usuario verborreico, con utilización de lenguaje soez hacia el personal que lo aborda. Luce francamente deteriorado, con un patrón ventilatorio ineficaz. Se le brinda ampliamente educación. Sin embargo, se torna agresivo y se niega a recibir atención médica. Se llama a familiares. Se contacta con la esposa y ella accede a retirarlo del nosocomio”.
La sentencia señala que la atención sí se pudo brindar en dicho momento, pero que fue negada por Núñez Rivas.
Al día siguiente, 16 de agosto, el señor fue llevado por su familia al Hospital La Católica donde se mantuvo hasta el 6 de setiembre cuando fue transferido al Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (CEACO).
Con estas pruebas, la Sala concluyó: “Resulta claro, entonces, que la denegatoria del traslado no se debió a alguna arbitrariedad, sino a una realidad objetiva como es la saturación hospitalaria generada por la Covid-19”.