¿Quién es Giorgia Meloni, la ultraderechista que llega al poder con mayoría absoluta? en Italia
Tras los comicios realizados ayer, Giorgia Meloni se convierte en la primera mujer en estar al frente del gobierno de Italia y representa el retorno de la extrema derecha al poder desde 1945
La coalición formada por Hermanos de Italia (FdI), Liga y Forza Italia (FI) ha ganado las elecciones generales italianas con mayoría absoluta, según las proyecciones de los resultados escrutados. Con ello, la ultraderechista Giorgia Meloni, de 45 años, será la primera mujer al frente de un Gobierno en el país, y representa el retorno de la extrema derecha al centro político desde el final de la II Guerra Mundial.
«Gobernaremos esta nación por todos los italianos» para «exaltar lo que une y no lo que divide, porque nuestro objetivo es que los italianos puedan estar orgullosos de serlo», dijo en sus primeras declaraciones una Meloni sonriente, que ahora debe recibir el encargo del jefe del Estado, Sergio Matterella, de formar gobierno.
Meloni, quien en su discurso político ha prometido luchar contra los grupos que reivindican los derechos de la comunidad LGTBIQ y la «ideología de género», ha negado su simpatía por el fascismo de Benito Mussolini, pese a que su partido político, Hermanos de Italia, surgió a partir del Movimiento Social Italiano (MSI), una formación neofascista fundada después de la Segunda Guerra Mundial por los simpatizantes de Mussolini.
«La derecha italiana ha relegado el fascismo a la historia de hace décadas, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes antijudías», dijo Meloni en un video del pasado agosto.
Sin embargo, ha sido ampliamente cuestionada por una declaración que hizo a los 19 años, cuando era dirigente estudiantil, reivindicando la figura de Mussolini como «un buen político» que «hizo todo lo que hizo por Italia».
Mayoría en el Legislativo
La alianza entre Meloni (FdI), el soberanista Matteo Salvini (Liga) y el conservador Silvio Berlusconi (FI) ha logrado cerca de un 43 % de los votos, por lo que tendrá mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, y se queda muy cerca de copar los dos tercios del Parlamento, lo que le permitiría cambiar la Constitución sin necesidad de consenso.
«Es el tiempo de la responsabilidad», enfatizó Meloni en un discurso muy medido y sin tonos triunfalistas, en el que se quejó de haber «sufrido una campaña violenta y agresiva», pero «Italia y la Unión Europea necesitan la contribución de todos ante la situación compleja en la que nos encontramos».
FdL es el partido más votado con un 24,6 %, con un subida meteórica respecto a las anteriores elecciones, en las que obtuvo un 4,3 %. Gracias a Meloni, quien fue opositora del actual primer ministro, Mario Draghi, y a su presencia política como joven y mujer, aunque el feminismo no sea una de sus banderas, la ultraderecha se consolida en el gobierno italiano.
Sin embargo, la Liga suma un 8,5 % y Forza Italia un 8 %, los peores resultados de su historia que parecen ser maquillados con la victoria de la coalición. Salvini tendrá que asumir su papel de comparsa de Meloni en el Ejecutivo, después de que su partido se quedase muy lejos del 17 % de las pasadas elecciones.
Derrota del progresismo
También deberán afrontar el fracaso la coalición progresista italiana a la que las proyecciones le dan un 26,14 %, y en particular el líder del Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, que podría ser una de las víctimas electorales después de que la formación haya caído, según las proyecciones, hasta el 18,7 %, igualando su peor resultado histórico de 2018.
«Somos la primera fuerza de oposición y la segunda fuerza política y tenemos que hacer una oposición importante ante Europa y ante nuestro país en este momento delicado», dijo su portavoz en la Cámara de los diputados, Deborah Serracchiani, en la primera declaración del PD frente a este fracaso.
Letta intentó formar sin éxito un frente amplio para «frenar a la derecha» y los resultados electorales muestran que si se hubieran aliado el PD, el M5S y los centristas habrían podido conseguirlo, ya que la ley electoral beneficia a las grandes coaliciones.
Junto a Meloni, el otro gran protagonista de la noche es Giuseppe Conte, el ex primer ministro que se convirtió en líder del M5S y que ha logrado situar a la formación como el tercer partido del país, con el 16,5 %, por encima de los sondeos previos y cuando parecía abocado al fracaso debido a las guerras internas.
Los centristas de Acción, del exministro Carlo Calenda, que no ha logrado el escaño en el Senado por el que concurría, e Italia Viva, del ex primer ministro Matteo Renzi, antiguo líder del PD, llegan al 7,3 %.
Gran porcentaje de abstención
Uno de los datos más esperados al cierre de los colegios era el de la abstención, ya que se preveía amplia y así ha sido: un 35 % de los italianos no acudieron a las urnas, una cifra que se convierte en la más alta en la historia de los comicios generales italianos, al superar el 27 % de 2018.
En particular se ha notado una bajada del voto en el sur, donde sin embargo Conte y el M5S han obtenido sus mejores resultados, con más del 40 % de los votos de Nápoles, debido a su lucha por mantener algunas medidas sociales, como la renta de ciudadanía para las personas más vulnerables.