Biden pide la libertad de reporteros presos en el mundo
‘El periodismo no es un crimen’, expresó el presidente de EE.UU. durante su cena anual con los corresponsales de la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió el sábado (29.04.2023) durante la cena de corresponsales de la Casa Blanca la liberación de los reporteros estadounidenses presos en diferentes lugares del mundo y, con tono serio, proclamó: «El periodismo no es un crimen».
Biden empezó su discurso con palabras de aliento para las familias de los periodistas Evan Gershkovich, en prisión preventiva en Rusia desde finales de marzo por cargos de espionaje, y Austin Tice, desaparecido en Siria en agosto de 2012 mientras cubría la guerra en ese país.
«Nuestro mensaje es que el periodismo no es un crimen. Evan debería ser liberado de manera inmediata con todos los otros estadounidenses que están detenidos o han sido retenidos como rehenes», proclamó.
Biden: My administration is "here to send a message to the country and quite frankly to the world: A free press is a pillar, maybe THE pillar, of a free society — not the enemy." pic.twitter.com/AIsGyvISfM
— Brian Stelter (@brianstelter) April 30, 2023
El mandatario fue rindiendo homenaje de manera individual a las familias de los periodistas detenidos y que se encontraban entre el público. Primero, se dirigió a los familiares de Gershkovich, corresponsal del diario The Wall Street Journal y que podría ser condenado hasta a 20 años de cárcel si es condenado por espionaje.
«Estamos trabajando todos los días para que pueda ser liberado. Estamos buscando cualquier oportunidad y usando todas las herramientas a nuestra disposición. Por favor, mantengan la fe», pidió el mandatario a la familia de Gershkovich.
Biden pidió a las familias de los periodistas y a quienes tienen seres queridos detenidos en el extranjero que no pierdan la esperanza. «Les prometo que estoy trabajando como loco para traerles a casa. Como nación, nunca debemos renunciar a la esperanza de que las cosas pueden mejorar, de que las cosas pueden cambiar», aseveró.
El homenaje a los estadounidenses presos en el extranjero se produjo durante la cena de corresponsales de la Casa Blanca, una tradición que data de 1924 y en las que los presidentes suelen pronunciar un discurso para reconocer la labor de los periodistas que les cubren.