Rescate en Bahía Ballena termina en tragedia: hombre cae a un precipicio
Redacción
Publicado: enero 18, 2025
Un acto de solidaridad terminó en un grave accidente en Bahía Ballena, Osa, cuando un hombre de 53 años cayó a un precipicio de 100 metros mientras intentaba auxiliar a un parapentista atrapado en un árbol. Ambas personas fueron trasladadas de emergencia a centros médicos en estado crítico.
El accidente: parapentista queda colgado y rescatista cae al vacío
El incidente ocurrió cuando un parapentista sufrió un contratiempo que lo dejó suspendido de un árbol en una zona montañosa de Bahía Ballena. Al percatarse de la situación, un vecino de la comunidad acudió en su ayuda. Sin embargo, durante el intento de rescate, perdió el equilibrio y cayó a un barranco de aproximadamente 100 metros.
El hombre fue auxiliado por equipos de rescate y trasladado en helicóptero debido a la gravedad de sus lesiones, que incluyen múltiples fracturas. Por su parte, el parapentista fue rescatado mediante un operativo terrestre y también llevado al hospital en estado crítico.
Estado de salud y próximas investigaciones
Ambas personas permanecen en condición delicada, aunque las autoridades no han brindado actualizaciones sobre su evolución médica. La Cruz Roja y otros cuerpos de emergencia realizaron un extenso operativo para atender la situación y prevenir mayores complicaciones.
Por el momento, las causas del accidente del parapentista no han sido esclarecidas. Expertos sugieren que pudo tratarse de un error técnico o una ráfaga de viento inesperada, factores comunes en este tipo de actividades.
Deportes extremos: riesgos y precauciones
El parapente es una actividad que combina adrenalina y belleza natural, pero también implica riesgos significativos. Las autoridades recomiendan a los practicantes verificar las condiciones meteorológicas y utilizar equipos certificados para minimizar posibles accidentes.
En cuanto a los rescatistas espontáneos, expertos en seguridad recuerdan la importancia de esperar a los cuerpos de emergencia y no exponer la propia vida, especialmente en terrenos peligrosos como precipicios o zonas montañosas.
