Protesta en Alajuela: familiares de reclusos exigen revertir medidas del Ministerio de Justicia
Cientos se manifestaron contra cambios que limitan derechos de privados de libertad
Este lunes 28 de abril, decenas de personas se congregaron en las cercanías del centro penitenciario La Reforma, en Alajuela, para alzar su voz contra una serie de restricciones aplicadas recientemente por el Ministerio de Justicia y Paz. Se trató principalmente de familiares de personas privadas de libertad que, con pancartas, consignas y mensajes emotivos, reclamaron por lo que consideran un retroceso en los derechos humanos en el sistema penitenciario costarricense.
El reclamo: visitas y condiciones de dignidad
Aunque la suspensión de las visitas conyugales ha sido uno de los puntos más comentados en las últimas semanas, los manifestantes dejaron claro que su lucha va más allá de ese tema. El eje principal de la protesta fue la defensa de la alimentación adecuada, el acceso a visitas familiares regulares y la necesidad de garantizar el vínculo entre padres reclusos y sus hijos.
“Nosotros no venimos a exigir intimidad, venimos a pelear para que los chiquitos puedan ver a sus padres. Tienen derecho a la comida, al respeto… no son animales, son personas”, declaró Saray Robles, una de las participantes visiblemente conmovida.
Por su parte, María Salas hizo un llamado a la empatía: “Sí, cometieron errores, pero es muy fácil juzgar desde una silla. Ellos son seres humanos”.
Seguridad impidió que protesta llegara a La Reforma
La manifestación se mantuvo pacífica, aunque con momentos de tensión, cuando los participantes intentaron acercarse al centro penal. Las autoridades, sin embargo, establecieron un perímetro de seguridad para evitar el ingreso de los manifestantes a las inmediaciones de La Reforma.
De momento, el Ministerio de Justicia y Paz no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la manifestación, aunque desde semanas atrás ha defendido las medidas como parte de un proceso de orden y control dentro del sistema penitenciario.
Un llamado al diálogo
Los familiares insistieron en la necesidad de que el gobierno escuche sus voces y se abra un espacio para el diálogo. Aseguran que no están defendiendo delitos, sino la dignidad de las personas que ya cumplen una condena.
“Este país no puede olvidar que la rehabilitación no se logra con aislamiento, sino con humanidad”, concluyó una de las organizadoras.