Prepárese: Esta semana nos sorprenderán los aguaceros cafetaleros
El nombre “aguaceros de los cafetaleros” se remonta a épocas en las que el café era el principal producto de exportación del país.
En el folclore meteorológico costarricense, los aguaceros de los cafetaleros marcan el inicio de las primeras lluvias del año en el Valle Central, una tradición asociada al Día de San José que se celebra el 19 de marzo.
Según expertos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), estos aguaceros, junto con las pintas y los veranillos, forman parte del peculiar clima costarricense, donde eventos climáticos reciben nombres particulares arraigados en la cultura popular.
Aunque se espera que los aguaceros de los cafetaleros ocurran en una fecha específica, como el Día de San José, la realidad es que su aparición puede variar varias semanas, ya sea adelantándose o retrasándose.
El fenómeno de los aguaceros de los cafetaleros afecta principalmente al Valle Central y a la zona del Pacífico Central y Sur, siendo menos común en Guanacaste. Según el meteorólogo Luis Alvarado, este fenómeno se debe a un cambio en la dirección de los vientos, que pasan de predominar del norte en enero y febrero a venir del noreste a partir del 19 de marzo, lo que provoca un incremento en la intensidad de las lluvias.
El nombre “aguaceros de los cafetaleros” se remonta a épocas en las que el café era el principal producto de exportación del país. Se cree que este nombre surgió porque los agricultores asociaban la llegada de las lluvias con un aumento en la floración del café, lo que tenía repercusiones en la cosecha.
Para los cafetaleros como Guido Montoya Barahona, estas lluvias son cruciales para el ciclo de crecimiento del café, ya que ayudan a florecer las plantas y prepararlas para la próxima cosecha.
Sin embargo, este año se espera que el fenómeno de El Niño impacte en la intensidad de los aguaceros de los cafetaleros, pudiendo generar lluvias más débiles y no tan extendidas como en años anteriores. Además, las altas temperaturas que se están experimentando se atribuyen tanto al fenómeno de El Niño como al calentamiento global, siendo la estacionalidad otro factor que contribuye al aumento de las temperaturas durante los meses más secos del año.