Pescador afirma haber escuchado gritos de auxilio la noche que desapareció Daniela Escobar
OIJ apunta a posible accidente acuático en el caso de la joven de Sámara
En la noche del 15 de octubre, un pescador en Sámara afirmó haber escuchado los gritos de una mujer pidiendo ayuda cerca de la desembocadura del río Torito, un testimonio que coincide con la desaparición de Daniela Escobar. Según explicó Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el pescador escuchó los llamados de auxilio en medio de una fuerte tormenta, cuando las condiciones del mar se encontraban peligrosamente intensas debido a la marea alta y a la luna llena.
Este testimonio es uno de los elementos clave recopilados por el OIJ durante las dos semanas que llevan investigando el caso. «El pescador escuchó la voz de una mujer en medio de la tormenta. Aunque no pudo entender con claridad las palabras debido a la fuerza del agua, sí reconoció que estaba pidiendo ayuda,» comentó Zúñiga, quien señala que las pruebas apuntan a que Daniela pudo haber sido arrastrada por la corriente mientras intentaba cruzar la playa para llegar a su casa.
Las condiciones la noche de su desaparición no eran favorables: fuertes lluvias, mareas altas y la oscuridad total de la medianoche complicaron la situación, convirtiendo la zona en un lugar sumamente peligroso. Según Zúñiga, Daniela salió del bar Las Olas alrededor de las 11:00 p.m. y caminó en dirección a su hogar, atravesando la playa. Las cámaras de seguridad de la zona captaron la intensidad de la lluvia en el momento en que ella pasaba, lo que refuerza la hipótesis de que fue un accidente acuático el causante de su desaparición.
Durante la semana anterior, familiares de Daniela encontraron algunas de sus pertenencias, como sandalias, una tarjeta de débito y un arete, lo que encendió las alertas y movilizó a las autoridades y a la comunidad para sumarse a la búsqueda con drones, kayaks, buzos y perros entrenados. A pesar de todos los esfuerzos, aún no se ha dado con su paradero.
Daniela Escobar Salas, originaria de Tilarán, llevaba unos ocho años residiendo en Sámara, en donde su desaparición ha conmovido a toda la comunidad.