Pareja utilizó su Bono Proteger para abrir un restaurante de comidas caribeñas
Todos los miembros de la familia se apuntaron ayudar.
Este sábado el periódico la Teja publicó una maravillosa noticia sobre una pareja que utilizaron el Bono Proteger para abrir un restaurante de comida caribeña.
Zarella Cenizales antes de ser despedida por la crisis sanitaria de covid-19 trabajaba en Cinépolis ubicado en Terramall, Tres Ríos, mientras que su esposo Ariel Espinoza tiene un grupo musical de reggae, pero por la situación económica nadie volvió a contratar su conjunto musical para eventos.
Además esta esforzada pareja decidieron solicitar este bono de ayuda económico, ya que, ella tiene tres hijos y él dos. Cuando el mismo fue depositado en sus cuentas bancarias con proyección e inteligencia tuvieron las agallas de emprender en el mundo de la gastronomía.
“Cuando recibimos el primer depósito nos pusimos a pensar que íbamos a hacer con esa plata, si la usábamos para comprar la comedera sabíamos que cuando nos dejaran de dar esa ayuda íbamos a estar igual que al principio, así que decidimos invertirlo”, señaló Zarella para el periódico La Teja.
El esposo tiene la virtud de cocinar un delicioso Rice and Beans y el pasado 10 de mayo del 2020 comenzaron a vender este manjar caribeño los días viernes, sábado y domingo. Todos se apuntaron ayudar, el mayor de Zarella aprendió hacer paty, otro patacones y los más pequeños lavaban los platos.
“Lo que teníamos era una cocina de gas de cuatro discos, algunas ollas y sartenes, no teníamos lo necesario para empezar un negocio de comidas, pero nos tiramos al agua. Uno de mis hijos aprendió a hacer patí, otro patacones, los más pequeños lavaban platos y ollas, a todos nos tocaba ayudar porque las ganancias eran para todos”, indicó Zarella.
Ese primer fin de semana fue de locos
“Ese primer fin de semana les ofrecimos la comida a personas conocidas y nos encargaron bastante, pusimos que el servicio a domicilio era gratis y Ariel era el que se encargaba de eso, pero no daba a basto, imagínese que a algunas de las personas que nos pidieron el rice and beans para almorzar les llegó a la cena, viera las congojas”, recordó la esposa de Ariel.
Con esmero, dedicación y toda la familia se apunto ayudar y todos los fines de semana comenzaron a vender más y más, ya comenzaron a vislumbrar y conocer el teje y maneje del negocio.
“Poco a poco fuimos incorporando nuevos platos y como el negocio iba creciendo todas las semanas comprábamos, por lo menos, un sartén y empezamos a ahorrar. Nos pusimos la meta de que en un año íbamos a alquilar un local porque ya la casa no daba para tanto, ya al final a la cocina solo le servía un disco de tanto que la usábamos”, contó.
La apertura de Coco Rasta
Semanas después con alegría la familia cocinera decidió alquilar un local comercial en la Concepción de la Unión de Tres Ríos y una ventaja es que les queda cerca de su hogar.
“Todo ha sido una bendición, el local estaba feito, pero nosotros lo remodelamos y le pusimos nuestro toque y a la gente le ha gustado mucho. Nos quedó cerquita de la casa y eso es una gran ventaja, además, es el primer lugar de Concepción de Tres Ríos, de La Unión, que se especializa en comida caribeña”, finalizó Zarella.