PANI y Tribunal deportan a niño costarricense del país en contra de su voluntad
La madre de Benjamín, Adriana Navarro, se casó con un militar uruguayo en Costa Rica.
Durante esta semana se dará la deportación de un niño costarricense de casi cinco años llamado Benjamín, por parte del PANI.
La orden se dio por parte del Tribunal de Familia de San José que revocó una sentencia de primera instancia emitida por el Juzgado Especializado en Familia, Niñez y Adolescencia, esto porque la solicitud internacional de restitución de este menor habría sido rechazada.
La madre de Benjamín, Adriana Navarro, se casó con un militar uruguayo en Costa Rica. Poco tiempo después al quedar embarazada y 7 meses de gestación decidió viajar al mencionado país donde nació su hijo.
Durante su estadía en Uruguay, sufrió frecuentes y cada vez más graves situaciones de violencia doméstica y se vio obligada a buscar la protección judicial de las autoridades uruguayas.
Como medida cautelar, la corte de dicho lugar ordenó medidas de protección luego de constatar los hechos alegados. También se lograron encontrar siete armas de fuego de la casa del intruso, quién mintió a la policía sobre la existencia de este tipo de objetos. (Exp. Uruguay 35720/2019)
En febrero de 2020, aceptó la invitación de su hermana para viajar a Costa Rica con su hijo, esto, mientras atravesaba por circunstancias peligrosas, grandes dificultades económicas y sin un apoyo familiar. Ayuda psicológica para ambos y salud ocupacional para Benjamín era el propósito del viaje.
El padre presenta una solicitud internacional para la restitución del menor, alegando que el menor fue llevado ilegalmente. Aunque esto no era del todo cierto, ya que la madre tenía un permiso de salida permanente y también mantenía la custodia temporal de Benjamín.
El juez confirmó la violencia que estaba viviendo tanto Adriana como su hijo y dijo que el regreso de Benjamin a Uruguay era extremadamente peligroso.
La oficina regional del Patronato Nacional también recomendó que Benjamín al ser menor de edad quedarse con su madre “ya que con ella no hay factores de riesgo o vulnerabilidad para el niño”. (Sentencia de Primera Instancia del Juzgado de Familia, de Niñez y Adolescencia, N° 2020000735 del treinta de octubre de dos mil veinte)
Ante la apelación del padre, el Juzgado de Familia de San José decidió anular la condena anterior, sin importar el historial de violencia doméstica, sin escuchar a Benjamín e ignorando las pruebas que existen de que al lado de su madre siempre ha estado en un ambiente seguro y amoroso. Se le ordenó al PANI sacar al menor al exterior y enviarlo a cinco mil kilómetros de distancia.
Esta sentencia inicia un drama humano de la madre e hijo que apelaron ante el PANI, a la Dirección General de Migración y Extranjería, Defensoría de los Habitantes y a la Sala Constitucional que hasta el momento no han recibido ningún apoyo de estas organizaciones.
El Inamu es el único lugar donde han recibido ayuda en este difícil momento que están pasando Benjamín y su madre. Ambos debe aferrarse a una solicitud de suspensión de la orden judicial que fue enviada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cómo su última esperanza para así poder evitar que sea expulsado de su país.
Adriana fue informada en vísperas del día de la madre que se llevarían a su hijo a los pocos días y lo llevaría a la puerta del avión para ser enviado a Uruguay.