Mejor promedio de colegio científico no fue admitido en el TEC: “Es frustrante”
Joven pasó dos años preparándose para la prueba de admisión del TEC. Vendió aguacates y cogió café para ayudar a sus padres.
A su corta edad, José Ortega Padilla, es dueño de una historia de éxito que inspira, sus ganas de superarse y salir adelante han guiado su vida.
Ortega, salió de San Cristóbal Norte de Desamparados, limítrofe con la zona de los Santos para buscar una mejor oportunidad.
En todos los años de estudio, José, se ha destacado por su dedicación y entrega sin importar las dificultades económicas o distancias. Este 2020 el joven iba por más, enfocó sus esfuerzos en ingresar a la carrera de Biotecnología del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), el único centro de estudios superiores que imparte esa carrera en el país.
Sin embargo, la implementación de una nueva metodología de admisión trajo abajo su proyecto de vida, a pesar de sus esfuerzos y de ser promedio en un colegio científico el joven no fue admitido en el TEC. Así lo dio a conocer el periódico La Nación.
José, inició sus estudios de secundaria en el Liceo Experimental Bilingüe José Figueres Ferrer, en Cartago un liceo semiprivado al que ingresó luego de aprobar un examen de admisión. Viajaba hora y media en bus, de ida y de vuelta, desde San Cristóbal hasta el centro educativo.
Para pagar la mensualidad, el joven ayudaba a sus padres a recoger café. Para el almuerzo le otorgaron una beca.
José, siempre ha pensado en grande, su próximo objetivo fue estudiar en un colegio científico. Realizó la prueba de admisión e ingresó al Colegio Científico de Cartago, en el 2018.
Por su excelente desempeño recibió una beca de ₡95 mil mensuales para pagar un apartamento en Cartago lo que fue de gran alivio para el joven pues las lecciones se impartían de 7 a.m. a 5 p. m. y el próximo bus hasta su casa salía hasta las 8 p. m.
Para costear la alimentación y los gastos personales, José, vendió en el colegio aguacates que cosechaba su padre.
José, quería ampliar sus conocimientos fuera de nuestras fronteras, buscó oportunidades para estudiar en un colegio en Estados Unidos y por supuesto lo logró. Obtuvo una beca que lo llevó a estudiar en aquel país por un año.
Para el 2019, el próximo objetivo era ingresar a la carrera de Biotecnología del Instituto Tecnológico de Costa Rica. Desde ese año comenzó a prepararse para la prueba de ingreso.
“En Estados Unidos busqué en Internet prácticas para el examen de admisión al Tecnológico, les pedí a mis compañeros de la anterior generación, todos habían sido admitidos en el Tec, prácticas para estudiar. Todos los fines de semana allá dedicaba un tiempo, para contestar 30 preguntas”, declaró el joven de 18 años a La Nación.
Este año, José, regresó al país para finalizar el undécimo año en el colegio científico. Se empezó a preparar para el examen de admisión desde abril.
“Todas las noches, antes de acostarme, como a las 12 medianoche, respondía 20 o 30 preguntas de prácticas del examen de admisión. No lo podía hacer antes porque salía de clases virtuales a las 5 p. m., luego cenaba, me ponía a hacer los trabajos y a estudiar para las evaluaciones y terminaba tarde; hasta las 12 medianoche podía practicar. Al otro día las clases comenzaban a las 7 a. m.”, contó.
José, se llevó una “total decepción” cuando se enteró en setiembre anterior que la prueba de ingreso no se iba realizar y que los cupos a carrera se iban a distribuir de manera diferente.
Este año, a raíz de la emergencia sanitaria por la Covid-19, el examen de admisión del TEC fue sustituido por un mecanismo que dividió a los estudiantes interesados en ingresar a una carrera en cuatro grupos, dependiendo de los colegios de procedencia.
Para calcular el puntaje de admisión, se tomó en cuenta el promedio de las notas de décimo año del colegio y la aplicación de una fórmula matemática. El resultado variaba según el grupo de colegios al que se perteneciera. Solo en los centros educativos técnicos se permitió usar las notas de undécimo año.
El Tec justificó esta metodología de ingreso argumentando que era para asegurar el acceso de todos los jóvenes sobre todo los más vulnerables y para garantizar una distribución equitativa del cupo.
La nota de presentación de Ortega fue de 95,45 y el promedio de admisión que le otorgó el TEC, fue de 728,14 (el máximo es 800). El joven obtuvo el mejor promedio del Colegio Científico de Cartago.
Pese a su excelente desempeño el lunes anterior, José, se enteró de que su sueño de formar parte del TEC como estudiante de Biotecnología en el 2021 ya no iba a poder realizarse cuando fue informado de que no fue admitido. Tampoco ninguno de sus compañeros de generación pese a que todos los años los alumnos de los colegios científicos son admitidos al TEC por sus calificaciones.
“Me asusté. En cualquier otro año hubiera sido suficiente para ingresar a Biotecnología, pero esto se salió de mis manos, no fue mi culpa. Con el examen de admisión siempre compensamos las notas del colegio. Es increíble que alumnos con menos calificaciones sí hayan ingresado porque uno se esforzó por tener las mejores calificaciones. Salí de una zona rural por una mejor educación y me quitaron la oportunidad”, declaró.
José, no se da por vencido y ya piensa en realizar los exámenes de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA).
“El Tecnológico era la mayor opción, no había contemplado que eso podía pasarme. Mis papás me dicen que no es mi culpa. El esfuerzo que hice no cerró de la manera que yo esperaba, no hablo solo por mí sino por las personas que sienten lo mismo que yo. A mí no es que me regalaron la beca, yo la busqué y tuve que cumplir requisitos, presentar las facturas y tener buenas notas. Es frustrante”, comentó.