José María Figueres desea eliminar la pobreza extrema y el uso de hidrocarburos
Además, el aspirante presidencial se refirió al préstamo con el FMI.
El candidato presidencial por el partido Liberación Nacional, José María Figueres, señaló el pasado 1 de diciembre mientras visitaba la tumba de su padre debido a la conmemoración de la abolición del ejército que desea eliminar la pobreza extrema y el uso de hidrocarburos en el país.
En primera instancia el aspirante presidencial dijo que en Costa Rica se puede desaparecer el ejército y la violencia, pero no lo fundamental como la educación, el voto femenino o la seguridad social.
“Don Pepe entendió que Costa Rica podía prescindir del ejército y la violencia, pero nunca de la seguridad social, el trabajo, el agua potable, la educación, el voto para las mujeres y por eso creó un país igualitario y con justicia social para todas las personas, actualmente la justicia social se tambalea debido a la improvisación de Gobiernos sin experiencia por eso nos corresponde actuar de forma urgente para decidir el futuro de Costa Rica en primera ronda”, citó.
Además, Figueres quiere un país con energía renovables para que se elimine el uso de los combustibles.
“Debemos ir adelante con las energías verdes producidas en el país para que podamos sustituir la gasolina y el diésel importado, dejando todo ese dinero para el desarrollo del país”, dijo.
Ese mismo día señaló que no apoya aplicarle impuesto al salario escolar, además, que no darán los votos para la modificación en el gravamen para las casas de lujo, ya que el actual proyecto podría incluir a viviendas de la clase media.
“No vamos a estar en este momento, en que la economía está deprimida, poniéndole más impuestos a las personas en este país, ese no es el camino, no vamos a estar con impuestos nuevos en este momento”, dijo.
En el expediente que incluye el préstamo como el FMI, indica que se debe arreglar el llamado impuesto a las casas de lujo y que gravaría a toda vivienda con un valor igual o superior a los ¢133 millones. Sin embargo, esto afectaría a las personas de la clase media.
“No vamos a estar con un gravamen a lo que son casas de clase media, eso no es el objetivo que hemos perseguido en ningún momento”, aseveró.
El expresidente recordó que Gobierno tuvo ocho meses para llevar acabo la tramitación de ese proyecto y que faltando dos días para cerrar el plazo en comisión, presentó un texto que lo modificó.
“La única manera de modificar ese texto es sacarlo de comisión como se hizo para que en Plenario se pueda modificar de manera que no grave casas de la clase media y que vuelva a hacer un impuesto a las casas de lujo como fue originalmente configurado, en la medida que eso sea posible lo apoyaremos. Si eso no es posible y el Gobierno insiste en el texto que tiene no lo apoyaremos”, rescató.