Insultos, amenazas y vandalismo: así es como el pueblo limonense pide ser escuchado
La grave situación que atraviesa la provincia caribeña tiene enojado al pueblo limonense
El Presidente de la República realizaba este fin de semana una gira por la provincia de Limón en el contexto de la celebración del Día Nacional de la persona Afrodescendiente y las fiestas que se viven en este sector y que tradicionalmente suele ser el escenario para que las autoridades del gobierno vayan a dar declaraciones al pueblo limonense.
Protestantes interceptan a Alvardo
Cuando Alvarado se dirigía a una casa de la cultura hacer el tradicional Concejo de Gobierno, fue interceptado por miembros de Sintrajap que aumentaron la molestia entre los pobladores que empezaron con cánticos y gritos contra las autoridades del gobierno que tuvieron que recibir una fuerte escolta por parte de la Fuerza Pública.
La creciente dificultad económica que atraviesa la provincia caribeña, el desempleo, la delincuencia y la potencial transformación de Japdeva que reducirá su planilla en un 80% y causará múltiples despidos (con pensiones adelantadas o con millonarias liquidaciones) han caldeado los ánimos de los limonenses.
Con violencia: así piden atención
Sin embargo estos ciudadanos han actuado con violencia y han declarado en las manifestaciones que cc para luego empujar a los policías, golpear las ventanas de la casa de la cultura en medio de enojo y hasta lagrimas.
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Los manifestantes lanzaron constantes insultos hacia la figura presidencial, le “mentaron” su madre y le cuestionaron su accionar que los ha “olvidado”. Como si fuese poco, empujaron a efectivos de la Fuerza Pública, golpearon paredes y hasta quebraron los vidrios de la Casa de la Cultura para pedir ser escuchados.
Según afirmaban los limonenses, Alvarado estaba en el “deber legal” de rendirles cuentas a ellos y le pedían que los dejaran entrar a que les diera explicaciones por todas las malas situaciones que afecta a la provincia. Al no atender su llamado, las personas presentes empezaron a entonar cánticos como “maldito dictador” pues aseguran que los están “oprimiendo”.