Gobierno cede ante presión universitaria y los dejará manejar presupuesto a su antojo
Universidades tendrán el mismo presupuesto a disposición, con o sin restricción para gastos de infraestructura
Este martes desde las 9:00 a.m. miles de estudiantes y miembros de las cinco universidades públicas del país y el Consejo Nacional de Rectores (Conare) marcharon rumbo a Casa Presidencial en lo que aseguran era por la “defensa de la educación superior, de la autonomía universitaria y de la Constitución Política”.
Polémico acuerdo que encendió la controversia
El motivo principal de la protesta era la destinación de ₡35.000 millones del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) para uso exclusivo de infraestructura y equipo (gasto de capital), algo que significaría menos del 7% de estos fondos para cada universidad.
Así lo habían establecido previamente autoridades gubernamentales y los rectores universitarios en un acuerdo firmado hace cerca de un mes, en donde además se les incrementaba en ₡11.000 millones los fondos otorgados por todos los costarricenses para el año 2020.
Sin embargo, los rectores motivaron a su comunidad estudiantil a bloquear calles y edificios pues amenazaron con cerrar cursos, disminuir becas y despedir miles de profesores por la restricción de estos ₡35 mil millones, pese a que este monto es menor a lo que las universidades públicas dijeron que van a gastar en gastos de capital para el 2020 (₡104.000 millones).
Gobierno satisface demandas de los universitarios
Sin demostrar con hechos claros el porqué afectaría su economía destinar gastos de capital por un monto menor al que proyectan gastar (pudiendo ajustar el faltante con sus gastos corrientes como lo han hecho siempre), las autoridades universitarias fueron recibidas en Casa Presidencial esta tarde por Victor Morales (Ministro a la Presidencia), Carlos Alvarado (Presidente de la República) y otras autoridades.
Tras pocas horas de reunión, los jerarcas del Poder Ejecutivo tomaron la decisión de solicitar que se retire cualquier restricción al FEES para gastos de capital, dejando total libertad a las universidades para que administren sus fondos a su antojo alegando la polémica “autonomía universitaria”.
En el debate también se discutieron las crecientes e insostenibles remuneraciones que reciben los empleados de estas universidades, donde más de 2000 personas ganan más de ₡2 millones y planean usar casi el 70% de sus ingresos para salarios del año entrante.