Gobierno acelera proyectos viales que llevaban años en pausa
Costa Rica acelera obras viales tras décadas de improvisación: ¿es tarde para recuperar el tiempo perdido?
El Gobierno apuesta por reactivar proyectos históricos, pero arrastra los errores de una débil planificación estructural.
El talón de Aquiles de la infraestructura: la preingeniería
Uno de los principales obstáculos que ha limitado el desarrollo de infraestructura vial en Costa Rica ha sido la ausencia de planificación técnica en etapas tempranas, conocida como preingeniería. Esta debilidad estructural no es nueva: se remonta a varias administraciones anteriores y ha impedido que los proyectos se ejecuten de forma ágil y eficiente.
De acuerdo con Wendy Sequeira, coordinadora de la Auditoría Técnica de Lanamme-UCR, este tipo de obras requiere una visión a largo plazo que sobrepase los límites de una única administración. “Un Gobierno debe planificar obras que, probablemente, serán ejecutadas por sus sucesores”, señaló.
Obras arrastradas por años: el caso Taras-La Lima
Una de las preguntas más frecuentes entre ciudadanos y expertos es ¿por qué proyectos como Taras-La Lima siguen sin completarse? La respuesta está directamente vinculada con la mala planificación. Esta obra comenzó su ejecución a finales de 2020, bajo el Gobierno de Carlos Alvarado, pero su origen se remonta al de Luis Guillermo Solís, e incluso podría haberse gestado desde la administración Chinchilla Miranda.
Este retraso evidencia lo que muchos expertos han advertido: la ejecución de infraestructura en Costa Rica no solo requiere recursos, sino continuidad institucional y visión de Estado.
Actual administración: cierre de obras heredadas y nuevos intentos
El actual Gobierno de Rodrigo Chaves, a través del ministro de Obras Públicas y Transportes, Efraím Zeledón, ha dado seguimiento a proyectos heredados, logrando culminar algunos. No obstante, muchos otros no se concluirán durante esta gestión, y en ciertos casos ni siquiera arrancarán.
“Estamos impulsando la preingeniería de múltiples proyectos y tratando de dejar adjudicadas algunas licitaciones antes del final de la administración”, declaró Zeledón. Un ejemplo de esto es el corredor vial San José-San Ramón, que se espera dejar al menos licitado y adjudicado.
Las promesas en carpeta: ¿el futuro luce diferente?
Entre los proyectos en agenda, el ministro mencionó algunas obras ambiciosas como:
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Ampliación de la Ruta 21
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Construcción de la radial Heredia
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Nueva radial en Desamparados
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Ampliación a cuatro carriles de Palmar Norte a la frontera con Panamá
Estas iniciativas apuntan a modernizar el sistema vial nacional, sin embargo, el éxito dependerá de cuánto avance logre la actual administración en las etapas iniciales, especialmente en materia de expropiaciones y reubicación de comunidades.
Un sistema que concede más tiempo que resultados
Según un informe de la Cámara de la Construcción, presentado en 2024, los proyectos viales en Costa Rica sufren una extensión promedio de 255 días por año, mientras que el avance real en obras se traduce en solo 110 días de ejecución efectiva anualmente.
El principal motivo de estas demoras es, nuevamente, la carencia de una preingeniería finalizada al momento de licitar. A ello se suman obstáculos como expropiaciones no resueltas, conflictos con servicios públicos y falta de claridad en los diseños.
¿Qué se espera del próximo Gobierno?
De cara al futuro, el próximo Gobierno tendrá en sus manos el reto de concretar obras prioritarias, entre ellas:
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Finalizar completamente la carretera a San Carlos
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Ejecutar la vía San José-San Ramón
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Concluir la ampliación de la Ruta 27
Si bien el actual Gobierno ha sentado algunas bases, el rezago histórico en planificación sigue siendo el gran enemigo del desarrollo vial costarricense. Para romper este ciclo, se requiere una apuesta seria y sostenida por la inversión en diseño, estudios de factibilidad, y una mejor coordinación entre instituciones.