Estadounidense que vive hace 17 años en Costa Rica, escaló el Everest y mostró su amor por el país
Durante este 2019 11 alpinistas han muerto, en su intento de escalar el Everest.
El pasado miércoles 22 de mayo, un estadounidense que vive en Costa Rica hace 17 años, logró llegar a la cima del Monte Everest (8.848 metros)
El hombre identificado como Chad Gaston, es un comerciante en Tamarindo, dueño de Iguana Surf.
Chad, nacido en Oregon, una ciudad de Illinois en Estados Unidos, quien ha llamado Costa Rica su hogar por mas de 17 años, lo primero que hizo al llegar a la cima del Everest fue sacar una bandera de Costa Rica.
Mientras el estadounidense estaba con su bandera de Costa Rica coreaba: Ooeeee, oeeee, oeee, oeeee, oeeee, ticos, ticos.
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“Muerte y caos»
Durante las últimas semanas, más de 11 montañistas murieron en el Everest, donde se han producido peligrosos embotellamientos en la llamada «zona de la muerte», según los organizadores de expediciones.
Este año también se han formado atascos impresionantes en esta montaña de 8.848 metros.
Se debe a las condiciones meteorológicas, porque entre finales de abril y finales de mayo esas condiciones son menos extremas en la cima del mundo, y más ventajosas por tanto para el ascenso.
Hasta el jueves, unos 550 montañistas habían coronado este año el Everest, según datos de las autoridades nepalíes. Dos indios, un austríaco y un nepalés murieron en la montaña, en las últimas 48 horas.
Impresionantes fotos han mostrado en los últimos días una larga fila de muy abrigados alpinistas, muy cerca unos de otros, arrastrando sus botas de escalada en la cresta ubicada entre la cima y el desfiladero sur, donde se halla el último campamento en la vertiente de Nepal.
Según los expertos, este atasco se debe también a la proliferación de permisos de escalada así como al reducido número de ventanas meteorológicas adecuadas para llegar a la cima. Así, todas las expediciones lanzan el asalto final al Everest durante los mismos días.
A esta altura extrema, el oxígeno es más escaso en la atmósfera y los alpinistas deben recurrir a botellas de oxígeno para llegar a la cima. Una altura superior a 8.000 metros sobre el nivel del mar es considerada como la «zona de la muerte».