El “Reloj del juicio final” se mantiene a 100 segundos del Apocalipsis
Publicado por primera vez en 1945, el simbólico “reloj del juicio final” este año se mantiene muy cerca del fin, o Apocalipsis. Sin embargo, sus autores consideran que 2021 ofreció destellos de esperanza.
El Boletín de los Científicos Atómicos mantiene su simbólico “Reloj del día del juicio final” este 2022 a 100 segundos de la medianoche, en su evaluación de lo cerca que estamos del Apocalipsis.
Si bien sus autores creen que el año pasado ofreció destellos de esperanza de que la humanidad podría revertir su marcha hacia una catástrofe global, factores como las amenazas continuas y peligrosas que plantean las armas nucleares, el cambio climático, las tecnologías disruptivas y el COVID-19 se vieron exacerbados por “una ecósfera de información corrupta que socava la toma de decisiones racional”, según el comunicado de este organismo.
El Boletín de los Científicos Atómicos es una publicación académica dirigida al público en general dedicada a temas relacionados con la supervivencia y el desarrollo de la humanidad, frente a las amenazas de las armas nucleares, armas de destrucción masiva, el cambio climático, las tecnologías emergentes y enfermedades.
De periodicidad bimensual, fue publicado por primera vez en 1945, como ‘Bulletin of the Atomic Scientists of Chicago’, al ser fundada por miembros del Proyecto Manhattan tras los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki.
El llamado “Reloj del juicio final” apareció por primera vez en la portada de la revista en 1947. Aunque originalmente representó a la amenaza del holocausto nuclear, desde 2007 también representa la amenaza del cambio climático.
La declaración del “Reloj del juicio final” de 2022 enumera los pasos que se deben tomar para abordar las amenazas actuales:
-Los presidentes de Rusia y EE. UU. deben identificar límites más ambiciosos y completos sobre las armas nucleares y los sistemas vectores para fines de 2022. Ambos deben acordar reducir la dependencia de las armas nucleares al limitar sus funciones, misiones y plataformas, y reducir los presupuestos en consecuencia. Estados Unidos y otros países deberían acelerar su descarbonización, haciendo coincidir las políticas con los compromisos. China debería dar ejemplo siguiendo vías de desarrollo sostenible, no proyectos intensivos en combustibles fósiles, en la iniciativa One Belt One Road.
-Los líderes de EE.UU. y otros países deberían trabajar a través de la OMS y otras instituciones internacionales para reducir los riesgos biológicos de todo tipo a través de un mejor control de las interacciones entre animales y humanos, mejoras en la vigilancia y notificación de enfermedades internacionales, una mayor producción y distribución de suministros médicos y una capacidad hospitalaria ampliada.
-Irán y Estados Unidos deben volver a cumplir conjuntamente el Plan de Acción Integral Conjunto e iniciar conversaciones nuevas y más amplias sobre la seguridad en Oriente Medio y las limitaciones de misiles.