El OIJ alerta sobre el aumento de menores involucrados en delitos: hasta 4 allanamientos al mes
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha encendido las alarmas por el creciente número de menores implicados en actividades delictivas. Según los informes de la entidad, cada mes se realizan entre dos y cuatro allanamientos relacionados con jóvenes que forman parte de redes criminales.
Estas organizaciones buscan a adolescentes, incluso desde los 12 años, para involucrarlos inicialmente en la distribución de drogas en centros educativos. Conforme avanzan dentro de la estructura delictiva, estos menores escalan posiciones, llegando a participar en crímenes más graves, como el sicariato.
Menores enfrentan penas de cárcel
Contrario a lo que muchos creen, los menores de 18 años sí pueden ser condenados a prisión por participar en actividades delictivas. Gerardo Gutiérrez, jefe de la Sección Penal Juvenil del OIJ, aclaró que los adolescentes de entre 12 y 15 años pueden recibir penas de hasta 10 años de cárcel, mientras que aquellos entre 15 y 17 años podrían enfrentar hasta 15 años de prisión.
«Existe una idea errónea de que los menores no pueden ser castigados con prisión, pero la Ley Penal Juvenil es clara al respecto», explicó Gutiérrez.
Centros educativos en el foco del problema
Uno de los principales escenarios donde comienza la participación de los menores en actividades delictivas son las escuelas y colegios. Según Gutiérrez, durante los periodos escolares, las denuncias de violencia en estos centros aumentan significativamente. Grupos criminales conocidos como «barras» han incrementado la violencia, infiltrándose en estos espacios y armando a los jóvenes con armas blancas o de fuego.
«Es preocupante cómo la violencia dentro de los centros educativos ha aumentado considerablemente», comentó el jefe de la Sección Penal Juvenil.
El peligroso reclutamiento de menores
El reclutamiento de adolescentes por parte de bandas criminales ha ido en aumento, y los motivos son diversos. Muchos jóvenes buscan pertenecer a un grupo, recibir beneficios económicos o materiales, y mostrar un estatus que no poseen. Sin embargo, son manipulados por los delincuentes, quienes les hacen creer que, por ser menores, no irán a prisión. Lamentablemente, una vez que dejan de ser útiles, los eliminan para no dejar testigos.
«Estamos hablando de una dinámica donde los menores son vistos como herramientas desechables por estas organizaciones», alertó Gutiérrez.
Recompensas materiales para captar jóvenes
El proceso de reclutamiento a menudo comienza con la entrega de objetos valiosos, como zapatos de marca o teléfonos celulares de alta gama. A medida que los jóvenes avanzan en la organización, los pagos aumentan, lo que los sumerge en una espiral de consumismo y criminalidad.
Gutiérrez hizo un llamado a los padres para que estén atentos a cambios en el comportamiento de sus hijos, sobre todo si comienzan a adquirir bienes costosos sin tener una fuente de ingresos clara.
Delitos comunes entre los jóvenes detenidos
Entre los delitos más frecuentes por los que son arrestados los menores se encuentran:
- Amenazas agravadas
- Tentativas de homicidio
- Lesiones con armas blancas
- Agresiones con armas de fuego