El ICE no quiso entregar información completa para que auditaran sus finanzas
La empresa auditora no pudo hacer bien su trabajo porque el ICE no les quiso entregar información, por lo que no se puede tener visibilidad clara de sus finanzas.
Fabián Barrantes
Publicado: junio 17, 2019
Es preocupante la misteriosa situación financiera por la que atraviesa el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), quien durante varios años ha sido sumamente celoso con sus reportes y estados financieros que a todas luces requieren de una intervención, algo que no será posible hasta que ellos mismos colaboren.
Auditorías quedaron a medias
La empresa auditora KPMG fue la encargada de revisar a fondo los reportes financieros de la institución durante los últimos 8 años. No obstante, en las auditorias del 2017 y 2018, el ICE se negó a compartir a cabalidad la información sobre el estado de sus bienes que suman más de ¢255 mil millones.
Parte de las revisiones eran a los inventarios y a los activos que poseen el ICE y todas sus dependencias tales como Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), Cablevisión de Costa Rica S. A., Radiográfica Costarricense S. A. (Racsa) y Gestión Cobro Grupo ICE S. A.
Sin embargo, la consultora no pudo hacer análisis completos ni revisar la depreciación de muchos activos, pues la entidad estatal ni siquiera entregó los registros de entrada y salida de sus suministros o equipos, lo que provoca que KPMG tenga que hacer su trabajo con la mitad de la información y no pueda dar una visibilidad real de sus estados financieros.
“La Administración no nos suministró la totalidad de documentación de soporte requerida, por lo que no nos fue posible concluir nuestro trabajo, así como tampoco pudimos aplicar otros procedimientos de auditoría”, comunicó la consultora al medio La Nación.
La excusa: «hay un nuevo sistema»
Las autoridades financieras del ICE se excusaron en que desde el 2017 están implementando una herramienta de registro de cuentas y gastos, por lo que no les fue posible otorgar esa información al auditor. Pese a esto, desde el 2016 la Contraloría de la República ya había alertado sobre este tipo de situaciones que en su momento también les impidió auditar a cabalidad a la entidad energética.
