El desgarrador testimonio de perder a un padre por la Covid-19
“A los irresponsables que salen de fiesta y no se protegen aquí hay una familia que sufre”, escribió en una conmovedora carta la hija de una víctima por el coronavirus.
2020, un año difícil para la humanidad. Algunos todavía creen que el SARS-CoV-2 es un invento, otros toman sus precauciones. Lo cierto es que la Covid-19 llegó para llenar de dolor a miles de familias que hoy lloran a un ser querido.
Una de esas familias es la de la costarricense Laura Patricia Saborío Arias, quien vio como la Covid-19 les arrebató a su padre “Kelito”, como le llamaban de cariño.
El 11 de diciembre anterior, Laura publicó en su perfil personal de Facebook una sentida carta en la que cuenta lo difícil que fue ver a su padre partir, pero también busca hacer conciencia entre la población. Este es su testimonio.
“¿Cuál pandemia? ¿cuál pandemia? ¿un invento del Gobierno? A todos esos que no se cuidan, a los que creen que nos están asustando, a los irresponsables que salen de fiesta y no se protegen, a los que preguntan que dónde están los muertos… en esa foto está mi papá. En un ataúd sellado y bañado en alcohol, transportado por desconocidos y no cargado con amor por sus hijos, sus hermanos o sus amigos”, escribió Saborío.
“Desconocidos vestidos como astronautas que cumplen con la humana labor de transportar a nuestros muertos por Covid del CEACO directo al hoyo. ¡Es horroroso! Sin despedida, sin honras fúnebres, a quizá 20 metros de distancia estábamos sus hijos, lamentando la pérdida de quien junto con nuestra madre nos dio el ser”, agregó.
En su carta, Laura envió un mensaje para los que todavía no creen en la Covid-19: “Para esos que andan como si nada pasara por las calles, aquí hay una familia que sufre, una familia, amigos, hermanos, hijos, nietos que lloran porque «Kelito» se fue”.
“Se lo llevó injustamente el Covid. ¿Dónde están los muertos? Este deja mi alma quebrada en mil pedazos. Mi papá. No era perfecto, no, pero ¡Era mi papá y lo amé como tal!”, escribió Laura.
“Cuídense por favor, que aunque ustedes sobrevivan al virus, quizá aquella persona a la que contagien a su vez tenga un familiar que no logre ganar la batalla. Suena feo sí, pero ese ser humano que está en esa cajita, era mi papá, al que tenía meses de no ver, al que solo le hablé por videollamada y ya no me podía contestar, al que ni a su ataúd me pude acercar. Ahí, ahí está mi papá…”, finalizó.