El caso Giuffre: muerte bajo sospecha y el silencio del príncipe Andrés
Una víctima clave en el caso Epstein deja dudas y un llamado a la justicia
La repentina muerte de Virginia Giuffre, figura central en las denuncias de abuso sexual contra Jeffrey Epstein y el príncipe Andrés, ha reavivado las sospechas sobre el entorno del escándalo y desatado una ola de interrogantes. Giuffre, de 41 años, fue hallada sin vida el pasado 25 de abril en su residencia de Neergabby, Australia, en circunstancias que, según su abogada, no coinciden con la narrativa oficial.
Una muerte que no encaja: la versión oficial bajo la lupa
La versión legal y el desconcierto de su abogada
Karrie Louden, quien asumió la representación legal de Virginia a inicios de este año, expresó su profunda incredulidad ante lo ocurrido. En declaraciones al medio The Sun, afirmó que Giuffre no mostraba señales de querer acabar con su vida. “Tenía planes de remodelar su hogar, hablábamos seguido. No era alguien que estuviera lista para rendirse”, aseguró.
Ese mismo día, según Louden, ambas tenían agendada una reunión. El hallazgo del cuerpo fue un “golpe devastador” para quienes la rodeaban. La letrada sostuvo que, de haber notado signos de una posible crisis, “habríamos actuado de inmediato. No la habríamos dejado sola”.
Un mensaje inquietante y un pasado marcado por el dolor
Señales en redes sociales antes del fallecimiento
Días antes de su muerte, Virginia publicó una serie de imágenes en sus redes sociales donde aparecía visiblemente golpeada, con hematomas y vendajes. Acompañó las fotos con un mensaje alarmante:
“Tengo insuficiencia renal, me quedan cuatro días de vida. Me han trasladado a un hospital especializado. Estoy lista para irme… pero no sin ver a mis hijos una vez más”.
Giuffre dejó tres hijos: Christian, Noah y Emily, a quienes describía como su “razón de ser”. Su familia confirmó el fallecimiento mediante un comunicado en el que lamentaron que “tras una vida marcada por el abuso y la explotación sexual, nuestra querida Virginia finalmente encontró descanso”.
El llamado de la defensa: “El príncipe Andrés debe disculparse”
Exigen responsabilidad moral por parte de la realeza británica
Tras conocerse la noticia del fallecimiento, David Boies, otro abogado de Giuffre, exigió que el príncipe Andrés ofrezca una disculpa pública a la familia de la víctima. En entrevista con Piers Morgan Uncensored, el letrado dijo:
“Me gustaría que dijera simplemente ‘lo siento’. Incluso si no recuerda que fue Virginia, no puede negar su vínculo con Jeffrey Epstein ni que participó en estas dinámicas”.
Boies también pidió la intervención del rey Carlos III para que su hermano rinda cuentas morales, pese a que el duque de York ha negado repetidamente los hechos.
En 2022, el príncipe Andrés llegó a un acuerdo extrajudicial millonario con Virginia —estimado entre tres y doce millones de libras— que evitó un juicio público. Aunque no admitió culpabilidad, la negociación selló su retiro definitivo de la vida pública.
Un legado de valentía silenciado por el trauma
Virginia Giuffre se convirtió en un símbolo global de resistencia contra los abusadores poderosos. Su testimonio fue vital para desmantelar la red de explotación de Epstein y destapar complicidades que alcanzaron las esferas más altas de poder.
Sin embargo, como subraya su familia, el costo emocional fue abrumador.
“Al final, el precio del abuso fue tan alto que se volvió insoportable”, expresaron en su homenaje.
Hoy, el mundo se enfrenta no solo al luto de una víctima, sino a una nueva incógnita en un caso que aún no ha cerrado sus capítulos más oscuros.