Diputado de Restauración asegura que la pesca de arrastre no existe
El también pastor evangélico, Melvin Núñez, atacó a ciertas personas que se oponen a su proyecto de «pesca sostenible» que se tramitará por vía rápida gracias a la aprobación de casi todos los diputados.
Esta semana la polémica volvió a cubrir a los diputados de la Asamblea Legislativa, luego de que la mayoría de los legisladores (solo Paola Vega y Jose María Villalta) aprobara una moción para dar vía rápida a una iniciativa que en primera instancia promovería la pesca sostenible de camarón, pero realmente busca legalizar la pesca de arrastre “para apoyar a los pescadores puntarenenses”.
Estudios respaldarían aprobación de pesca de arrastre
Bajo el expediente 21.478, la “Ley para el aprovechamiento sostenible de la pesca de camarón” es impulsada por el diputado de Restauración Nacional Melvin Núñez Piña, quien argumenta que ya la Sala Constitucional cuenta con los estudios científicos realizados por Incopesca por los que tanto había alegado y rechazado en reiteradas ocasiones las iniciativas para aprobar este tipo de pesca.
Núñez critica que la diputada de Paola Vega y Rodolfo Piza, ambos parte del PAC de una u otra manera, ataquen la iniciativa pues es basada en estudios realizados por una institución que es administrada por el mismo gobierno (Incopesca) en los que se presuntamente garantiza la sostenibilidad ecológica de esta metodología en nuestros mares del pacífico.
Restaurador lanza ataques
“La pesca de arrastre no exite (asumimos que quizo decir ´existe`), es pesca sostenible de camarón el cual permite tanto conservar el medio ambiente como asegurar el trabajo digno para para los habitantes de zonas costeras”, publicó tal cual el también pastor evangélico Nuñez.
¿Qué es la pesca de arrastre y cuales serían sus consecuencias?
La pesca de arrastre consiste en lanzar una red de gran tamaño desde una embarcación hasta lo más profundo que sea posible y luego avanzar con la embarcación para que la red vaya arrastrando todo lo que se encuentre en el agua. El problema radica en que no se puede saber con 100% de seguridad que solo se están pescando los camarones (en este aso), pues la red se traería consigo un sin fin de especies que hasta podrían estar en peligro de extinción, causando un gran daño a corales y ecosistemas de los mares costarricenses.