Denuncia contra Oscar Arias inspira a muchas mujeres a denunciar cuando fueron víctimas de abuso
Luego de que tres mujeres denunciaron a Oscar Arias por abuso sexual, en redes sociales muchas otras femeninas han sentido confianza para contar casos donde han sido también víctimas
Según relatan las denunciantes, la misma sociedad las ha obligado a permanecer en silencio.
El siguiente es uno de los casos más fuertes que se han dado a conocer en redes sociales durante las últimas horas.
Por qué a los 10 años cuando mi profesor me quiso meter el dedo en la vagina, besarme y tocarme, culparon a mi mamá por no tener la plata para comprarme uniformes nuevos o camisetas que me «taparan», a mitad de año, cuando empecé a tener busto.
Por que «señora tenga misericordia» le decía él a mi mamá (después de destrozarla emocionalmente culpándola por que la camisa de escuela se me abría entre botón y botón, él podía verme los «senos» recién formándose) «éste es mi tercer incidente, me van a despedir, mi esposa me va a dejar, no voy a volver a ver a mis hijas… Yo me voy» y se fue para otra escuela allá en zonas rurales (quién sabe cuántos «incidentes» más tuvo allá).
Quién quedó? Yo, aguantando el bullying de mis compañeros/as quienes me culparon por que «el mejor profe que habían tenido se había ido por mi culpa», por que cuando en medio de una crisis les grite por qué se fue, no recibí abrazos o apoyo, recibí risas y más bullying, no había adultos responsables que les enseñaran a esos niños/ niñas que el tema era serio.
Cuando estuve en sexto, quién sabe qué rumor corría de mí, que empecé a recibir llamadas anónimas y muchos «niños» querían ser «mis novios»… Al final del año a alguien se le ocurrió que era buena idea rayar mi álbum de graduación con insultos como «perra» y «facilona» y quién sabe que cosas más, recuerdo que me lo quitaron y no me dejaron ver lo que decía…
Aprendí a lidiar con eso en silencio y con psicólogo, por que me tocaba por ser mujer.
Cuando en casa nos enseñaron «que había que cuidar al hombre para que no se vaya» «complacerlo aunque ud no quiera», a los 15 años me acostumbre a «complacer aunque no quisiera».
A los 19 quede embarazada y recuerdo que cuando le pregunté «porqué?» su respuesta fue: «Usted sabe que yo no la puedo ver en enagua». Para ese entonces era líder de jóvenes (aunque ya venía encontrando diferencias de pensamiento y valores) y me tuve que ir por que «ya no era una imagen adecuada para el grupo, sin importar el por qué» importaba que iba a tener panza y eso me hacía inadecuada.
A los 20 tantos, mientras cambiaba los pañales de mi hijo, un conocido se saca el pene y me dice «Mirá! como me ponés»…
Aún camino por la calle con audífonos y el volumen al 100% en el cel y así no tener que escuchar nada de lo que me gritan o dicen en la calle, aún me asusta que un hombre desconocido, se siente a la par mía en el bus o en cualquier otro lado, me hago pequeña y se me activan todas las alarmas…
Una puede lidiar con el miedo y las secuelas toda la vida por más psicólogo que visite para «que me arregle», pero sobre todo, una aprende que denunciar «no vale la pena»… Me lo enseñaron a mí a los 10 años, se lo están enseñando a cualquier niña/ niño que se atreva a abrir Facebook y leer comentarios HOY…
A las niñas me gustaría decirles que NO es cierto! NO nos toca lidiar con eso solo por que nacimos mujeres, No es normal, NO te lo tenés que bancar o tragar o aguantar. A los niños tampoco lo toleren, NO te lo tenés que bancar o tragar o aguantar, NO te hace «menos macho»…
DENUNCIÁ! , HABLÁ! , GRITÁ! , que acá SI hay quienes no se van a reír, quienes no te van a culpar, quienes te vamos a sostener, te vamos apoyar, te vamos a ayudar #yositecreo #metoo