De cada 10 cigarrillos consumidos en Costa Rica, 4 son de contrabando

Lejos de detenerse con la pandemia, el comercio ilícito de cigarrillos en Costa Rica continúa en constante aumento, donde 4 de cada 10 cigarrillos consumidos son ilegales.

En solo cinco años, el porcentaje de cigarrillos ilegales vendidos en el país pasó de ser un 33.9% del total del mercado, en 2015, a un 42% en 2020, lo que significa más de 700 millones de cigarrillos de contrabando.

Esto representó una pérdida en recaudación fiscal para el Estado costarricense de 38 mil millones de colones en 2020 y un acumulado de más de 230 mil millones en este período. Asimismo, durante el último trimestre de 2020 se produjo el mayor decomiso en los últimos 3 años con un total de 65 millones de unidades.

Costa Rica, al igual que el resto de la región centroamericana, experimenta -desde hace varios años- la ofensiva del comercio ilícito de productos tales como cigarrillos, bebidas alcohólicas, armas y sustancias químicas (medicamentos y otros), que tienen una alta vinculación con el crimen organizado y que perjudica a los consumidores con productos de mala calidad, pues se ven atraídos por precios bajos. Además de perjudicar la recaudación fiscal, y la salud de los consumidores de estos productos sin control, impacta directamente en la seguridad ciudadana por servir como instrumento del crimen organizado.

Esta información fue presentada recientemente en el conversatorio titulado “Comercio Ilícito y el papel de la Organización Mundial de Aduanas para su prevención y combate en Centroamérica y República Dominicana”, organizado por FECAICA (Federación de Cámaras y Asociaciones Industriales de Centroamérica y República Dominicana) y en el que participaron autoridades aduaneras de Costa Rica, República Dominicana, El Salvador y Honduras, así como expertos en la materia a nivel regional.

Alejandra Hernández, Viceministra de Ingresos del Ministerio de Hacienda comentó que, en Costa Rica, se han implementado sistemas no intrusivos que permiten la retroalimentación para tener mediciones y poder generar acciones, “en el control de las mercancías que no pasan por aduanas trabajamos con la policía de control fiscal, generando operativos en carreteras, logrando importantes decomisos, como por ejemplo, 65 millones de unidades para que, tengamos una idea en el último trimestre es el mayor decomiso de cigarrillos en los últimos 3 años. Importante enfatizar que, de los productos decomisados  en Costa Rica, el 23% tiene que ver con contrabando de cigarrillos, que es similar a los resultados que tenemos en el resto de la región”.

La coordinación interinstitucional entre el sector privado y las autoridades son claves para poder avanzar en la prevención y combate al comercio ilícito de cigarrillos y otras mercaderías en la región, según concluyeron los participantes durante la actividad. Desde la OMA y la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) el plan regional está enfocado en tres ejes: facilitación del comercio, recaudación de impuestos y protección a la sociedad.

Hernández, agregó que “conversar de estos temas de manera regional es fundamental porque la forma de combatirlo es de manera regional y de la mano con el sector privado”.

Por su parte, Werner Ovalle, Intendente de Aduanas de Guatemala de la SAT y actual Vicepresidente de la OMA en la Región Latinoamericana, destacó que es importante contar con herramientas regulatorias regionales, como la Ley Modelo para Combatir el Comercio Ilícito y la Delincuencia Transnacional Organizada -PARLATINO-, que aborda el comercio ilícito de forma integral y como un fenómeno global, promoviendo  “la cooperación y asistencia multisectorial, intergubernamental e internacional” y promueve las alianzas público privadas y el intercambio de información para garantizar transparencia en la cadena de valor.

Una de las conclusiones apuntó a la necesidad de desarrollar acciones técnicas de control y seguridad y no prohibiciones extremas que generan obstáculos técnicos al comercio y que benefician a las organizaciones criminales transnacionales de comercio ilícito.