Cruzrojistas caminaron 12 horas para asistir partos en el corazón del Chirripó
En el silencio profundo de la madrugada, un grupo de cruzrojistas emprendió una travesía que pondría a prueba no solo su condición física, sino también su vocación más pura: salvar vidas. Su destino, el territorio indígena de Chirripó, al que solo se accede tras una caminata de seis horas entre montaña y río. Su misión: asistir a dos mujeres embarazadas que necesitaban atención urgente para dar a luz.
El equipo de socorristas, liderado por Rigoberto Segura, llegó al punto tras horas de desplazamiento a pie por caminos poco transitados, en condiciones climáticas desafiantes. Una vez en el lugar, no hubo tiempo para descanso. A las 11:00 a.m., nació el primer bebé de una madre que ya estaba en labor de parto. Más tarde, a las 6:00 p.m., otra mujer trajo al mundo a un par de gemelos con la ayuda del mismo equipo.
Tras los nacimientos, comenzó la segunda parte del recorrido: el regreso. Fueron otras seis horas de caminata, esta vez con los recién nacidos y sus madres, hasta llegar al centro médico más cercano para completar el proceso de atención posparto.
Este acto heroico no fue aislado. Solo ese día, la Cruz Roja Costarricense reportó la atención de 11 emergencias en distintas comunidades indígenas, muchas de ellas en zonas remotas donde el acceso vehicular es imposible y los recursos médicos son escasos.