Crisis de rellenos sanitarios en Costa Rica: el límite de su vida útil está cerca
La dependencia de Costa Rica en los rellenos sanitarios para la gestión de residuos enfrenta una grave crisis. Estas instalaciones, que durante años han sido la principal solución al manejo de basura, están al borde del colapso. Sin acciones concretas, el país podría enfrentar serios problemas ambientales y de salud pública en el corto plazo.
El límite de la capacidad: una emergencia inminente
De acuerdo con el Ministerio de Salud, el país cuenta con solo un relleno sanitario en operación, el de Huaso en Aserrí, que ya se encuentra cercano a su máxima capacidad. Mientras tanto, el relleno de La Uruca, en San José, está en proceso de cierre.
La ministra de Salud, Mary Munive, advirtió que la saturación de estos sitios podría provocar la proliferación de vertederos a cielo abierto, contaminación de ríos y brotes de enfermedades. “El colapso de la capacidad instalada y la falta de contratos de recolección en provincias como Cartago y Heredia agravan la situación”, indicó Munive.
Propuestas legislativas: ¿soluciones insuficientes?
El panorama legislativo no presenta soluciones claras. Un proyecto de ley presentado para abordar la crisis recibió un dictamen de minoría, lo que ha retrasado su implementación. Este plantea que cada municipalidad sea responsable de gestionar sus residuos.
Sin embargo, diputados como Óscar Izquierdo, de Liberación Nacional, consideran que la propuesta no resuelve el problema de fondo. Izquierdo señaló que la creación de nuevos sitios para el manejo de desechos no solo depende del uso de suelo, sino de procesos más integrales coordinados entre el Ministerio de Salud y las municipalidades.
Retos sociales y ambientales
La ubicación de nuevos rellenos sanitarios es un tema delicado, especialmente en comunidades que rechazan su instalación por los impactos ambientales y sociales que conlleva. Munive reconoció que este es un desafío para los alcaldes y concejos municipales, que deben enfrentar la resistencia de sus comunidades.
Actualmente, el relleno de La Uruca recibe aproximadamente 500 toneladas de basura diariamente. Este volumen representa un reflejo del alto consumo y la baja eficiencia en el reciclaje y manejo de residuos en el país.