Costa Rica registró 38 sismos diarios en promedio durante el 2024
El territorio costarricense vivió un año de intensa actividad sísmica, con un promedio de 38 temblores diarios registrados a lo largo del 2024, según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI). En total, el país experimentó 13.495 eventos sísmicos, de los cuales 200 fueron lo suficientemente fuertes como para ser percibidos por la población.
El sismo más fuerte del año: octubre en Guanacaste
El evento sísmico más significativo ocurrió el 12 de octubre, cuando un temblor de magnitud 6,5 sacudió gran parte del territorio nacional. Este movimiento telúrico tuvo su epicentro a 57 kilómetros de la costa de Tamarindo, Guanacaste, con una profundidad de 18 kilómetros. Ocurrió a las 11:43 de la mañana, causando alarma, pero sin reportes significativos de daños estructurales o pérdidas humanas.
Predominio de microsismos en el catálogo sísmico
La mayoría de los movimientos telúricos registrados en 2024 fueron microsismos, con magnitudes inferiores a 3,5 grados. Por otro lado, los eventos con magnitudes superiores a 5,0 fueron menos comunes, alcanzando un total de 36 sismos en el año.
Estos pequeños movimientos son típicos de la actividad tectónica constante que caracteriza a Costa Rica, una región ubicada en el cinturón de fuego del Pacífico.
Regiones con mayor actividad sísmica
Durante el 2024, las zonas más activas desde el punto de vista sísmico fueron Pérez Zeledón y Los Santos, en el centro del país, así como el Pacífico Sur, especialmente la península de Osa. Estas áreas experimentaron numerosos temblores, generando preocupación entre sus habitantes, aunque en la mayoría de los casos no se reportaron daños graves.
Contexto de la actividad sísmica en Costa Rica
La posición geográfica de Costa Rica sobre varias placas tectónicas hace que el país sea una de las regiones con mayor actividad sísmica en el continente. Este fenómeno natural es monitoreado constantemente por el OVSICORI, que ha destacado la importancia de la preparación y la educación ciudadana para minimizar riesgos y responder adecuadamente ante un evento mayor.